
Es el mismo establecimiento donde la premio Nobel Gabriela Mistral fue ayudante de maestra. Hoy los pocos estudiantes están ubicados en otro espacio desde 2015, esperando la promesa del anhelado Liceo Técnico Profesional.
Por René Martínez Rojas
Para los docentes y los 38 alumnos matriculados en el colegio Darío Salas, cada vez que hay un Consejo Regional y se habla de recursos para algún establecimiento educacional, se genera expectación. Porque llevan años esperando el visto bueno a la aprobación del Liceo Técnico Profesional, el que prometieron que se emplazaría en el edificio actual, ubicado en calle Juan José Latorre en Las Compañías.
Hoy el espacio se resiste en caer. Sus vidrios rotos y lleno de malezas que crecen de manera desmedida, recuerdan el paso del tiempo de un lugar que fue testigo de los primeros años como profesora de Gabriel Mistral, cuando fue ayudante de maestra.
Desde 2015 que los estudiantes están en calle Valparaíso y para Pedro Esparza, director ejecutivo de SLEP Elqui, «es una situación muy penosa y no exagero en el concepto».
El local original quedó sin ningún resguardo «y ha sido un picnic prácticamente para okupas y quien quiera llegar ahí y sacar lo que quiera. Entonces es una situación lamentable de donde la miremos», agrega.
Larga historia
Como SLEP han conversado con la presidenta de la Comisión del Consejo Regional y asegura que, si de parte del Gobierno Regional hay disposición a llevar adelante un proyecto que permita recuperar este establecimiento y a lo mejor, por ejemplo, avanzar a un Liceo Técnico en el lugar que realmente le corresponde, «nosotros estamos disponibles para hacernos parte de ese proyecto».
Actualmente el establecimiento tiene 39 alumnos «y todos sabemos que uno de los puntos de referencia de los proyectos es la Rentabilidad Social o sea, ¿cuántos son los beneficiarios directos del proyecto? Y ahí, este número de matrículas no ayuda. Pero si hay una mirada de futuro de parte del Gobierno Regional para sacar adelante este proyecto, reitero que nosotros estamos disponibles».
Para la mayoría, es un colegio que efectivamente ha sido producto de vicisitudes y situaciones bien especiales entre el Gobierno Regional y comunal.
De hecho, recuerda el consejero regional Lombardo Toledo que la última vez que vieron en Comisión de Educación y Cultura el tema del Darío Salas, «fue cuando estábamos a punto de aprobarlo, pero ahí se detuvo esa historia. Acá existe una larga historia de centros de padres y apoderados y de docentes que han fallecido justamente siguiendo la ruta de aquel colegio. Y lo lamento porque he sido parte como concejal y como consejo regional de esa historia».
No hace mucho llegaron buenas noticias desde la comuna de Monte Patria, con la aprobación de recursos para la Escuela Fronteriza de Tulahén y acelerar la reactivación para la construcción del Liceo Eduardo Frei, prometido por el presidente Gabriel Boric en su visita a la región en 2022.
A juicio de Toledo, «creo que falta por parte de toda la autoridad una voluntad política para tomar decisiones, diríamos, con una mirada de futuro y de necesidad de un sector muy importante de Las Compañías, donde efectivamente hay una carencia de generaciones de técnicos profesionales de acuerdo a la historia del sector».
Espacio digno
También desde el CORE, la presidenta de la comisión de Educación, Valeria Chacana, comentó que han estado sosteniendo una serie de reuniones con el director del Servicio Local Elqui, «porque tenemos dentro de la cartera de educación lo que es la reposición del Colegio Darío Salas, con un proyecto cercano de 6.700 millones pero que, sin embargo, a partir de la situación que cruzó el municipio de La Serena y la Corporación Gabriel González Videla en los últimos años, no hubo avances. Entonces se solicitó el término de este convenio»
Sin embargo, asegura que continúan con un trabajo junto a todos los actores involucrados para ver de qué manera se pueda reactivar no solamente este establecimiento, «sino que una serie de proyectos que tenemos en la comuna de La Serena y que va a permitir no solo mejorar la infraestructura de un colegio que se encuentra bien dañado, sino también poder entregarles un espacio digno para que los estudiantes del Darío Sala se puedan desarrollar de forma adecuada».