
La Región de Coquimbo registra un preocupante aumento de fallecidos por siniestros viales en lo que va de 2025. Solo entre enero y junio, la cifra casi se duplicó respecto al mismo periodo del año anterior. El alza —de un 90%— posiciona a la zona como la cuarta con más muertes en el país. Frente a este escenario, autoridades buscan anticiparse al peak de desplazamientos durante septiembre, especialmente con miras a la celebración masiva de La Pampilla en Coquimbo.
Por Joaquín López Barraza
En el primer semestre de 2025, 76 personas perdieron la vida en siniestros viales en la Región de Coquimbo, según cifras preliminares entregadas por la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (CONASET). Se trata de un salto drástico respecto a las 40 muertes registradas en el mismo periodo de 2024, lo que representa un aumento del 90%. A nivel nacional, solo las regiones Metropolitana (194), Valparaíso (81) y Biobío (78) concentran un número mayor de fallecidos.
En entrevista con este medio, la secretaria ejecutiva de Conaset, Luz Renata Infante, confirmó la preocupación institucional y entregó detalles sobre las medidas que se están articulando en el territorio.
«Tenemos un aumento muy importante de víctimas fatales este año en la Región de Coquimbo. Son 76 personas que han perdido la vida en siniestros viales, y eso es tremendamente doloroso y preocupante. Como Gobierno, nos tomamos esto con mucha seriedad. No estamos mirando la seguridad vial solo desde Santiago, sino trabajando con los territorios y sus particularidades», sostuvo la autoridad.
Plan especial para La Pampilla
Una de las prioridades del plan preventivo para septiembre será La Pampilla de Coquimbo, una de las fiestas populares más concurridas del país y que tradicionalmente concentra altos flujos vehiculares y peatonales. Según explicó Infante, desde ya se está trabajando en la planificación de un operativo integral.
«Estamos coordinando con la Delegación Presidencial, el municipio de Coquimbo, Carabineros, SENDA, el Ministerio de Transportes y otros servicios para generar un plan robusto que nos permita enfrentar la Pampilla con responsabilidad. La idea es que sea una celebración segura y que no tengamos que lamentar víctimas», afirmó.
La estrategia contempla control de velocidad, refuerzo de fiscalizaciones, puntos de chequeo para conductores, operativos de SENDA con alcotest y narcotest, y medidas de gestión del tránsito, todo con foco preventivo. Además, se está evaluando la implementación de zonas peatonales y una campaña territorial que apunte al cambio de comportamiento.
«Sabemos que hay consumo de alcohol, sabemos que hay desplazamientos largos, y por eso tenemos que anticiparnos. La clave es el trabajo previo y la corresponsabilidad», indicó la secretaria ejecutiva.
El porqué del aumento
La autoridad fue enfática en señalar que los siniestros viales no son accidentes inevitables, sino hechos prevenibles, donde el factor humano sigue siendo determinante.
«El 90% de los siniestros viales tienen como causa la conducta humana. Estamos hablando de exceso de velocidad, conducción bajo efectos del alcohol o drogas, imprudencias al cruzar, falta de elementos reflectantes. Es decir, situaciones que podrían haberse evitado», puntualizó.
Pero también destacó que hay causas estructurales que deben abordarse desde el Estado y los municipios. «No puede ser que por vivir en una zona rural o en un barrio vulnerable tengas más riesgo de morir atropellado. La infraestructura segura y la fiscalización tienen que llegar a todos los territorios, sin importar el nivel socioeconómico».
En ese sentido, llamó a los municipios a avanzar con decisión en la implementación de los Planes Comunales de Seguridad Vial. «Son instrumentos que permiten hacer diagnósticos locales y aplicar soluciones adaptadas a cada realidad. En la región, algunos municipios como Coquimbo han avanzado, pero necesitamos más compromiso y celeridad».
Educación vial como eje transformador
Otro de los focos estratégicos de Conaset en la región tiene que ver con la formación y concientización desde edades tempranas. Según Infante, la educación vial no debe ser vista como una campaña puntual, sino como un proceso sostenido en el tiempo.
Por esta razón, a través del trabajo con niñas, niños y adolescentes en escuelas de la región se busca reforzar la educación desde la infancia como base del cambio cultural. «La seguridad vial tiene que ser parte del currículum, de los contenidos transversales, porque es una herramienta de vida».
También destacó que este trabajo se realiza en colaboración con el Ministerio de Educación, JUNJI, Fundación Integra y los DAEM comunales. «Hay buena recepción por parte de los docentes y directivos, pero queremos llegar a más. Cada estudiante que entiende lo que significa cruzar con cuidado o usar cinturón de seguridad es un multiplicador en su entorno», añadió.
Y cerró con un mensaje directo para lo que viene: «Septiembre es una fiesta para Chile. Pero no puede transformarse en una fecha de luto. Que La Pampilla nos una en la celebración, pero también en el cuidado».
Llamado a la corresponsabilidad ciudadana
Finalmente, la secretaria ejecutiva de Conaset hizo un llamado amplio a la ciudadanía a involucrarse activamente en la prevención. «Las cifras no son solo números. Detrás de cada persona fallecida hay una familia, un barrio, una historia truncada. Todos podemos hacer algo para que esto no siga ocurriendo. Ser responsable no es solo no beber si manejas. Es también respetar límites de velocidad, usar casco, cruzar donde corresponde, no usar el celular mientras se conduce».