Uno de los expertos que participó en la expedición, comentó los registros de la caída del meteoro y explicó el trabajo que se realiza en el único repositorio de bólidos en el país
El líder de la búsqueda que se realizó durante esta semana, Alexandre Corgne, geólogo y profesor asociado de la Universidad Austral de Chile en Valdivia y también director del repositorio de meteoritos Pelom Kura (Piedra Luz), conversó con Diario La Región sobre el trabajo que realizan los científicos en Chile en torno a los meteoritos.
Según comenta Corgne, el repositorio Pelom Kura nació en agosto de 2023, con la idea de clasificar y oficializar la colección de meteoritos que hay en Chile, así como incluir nuevas muestras, como por ejemplo la que se busca hoy en la región de Coquimbo.
«Esto permite que cualquier persona que tiene un meteorito pueda pasar por un proceso de reconocimiento oficial realizado por científicos, lo que a su vez queda registrado en la organización internacional que rige el tema a nivel mundial, la Meteorical Society», explica el experto.
Si bien existen más repositorios oficiales en Latinoamérica, en nuestro país existe la particularidad de que el material extraterrestre encontrado por una persona pasa a ser de propiedad de la misma, lo que no cambiaría al llevar un meteorito al repositorio oficial ubicado en Valdivia.
«Nosotros clasificamos y validamos el meteorito y, a cambio, nos quedamos con una pequeña porción de la muestra, no superior al 20%; de esta manera aportamos a la comunidad científica y el dueño del meteorito tiene una prueba efectiva de que se trata de material espacial».
El repositorio, que aún no llega a los dos años de existencia, tiene al día de hoy cerca de 80 muestras, las cuales han sido resguardadas en un ambiente controlado lejos de la humedad de la zona, ya que, según explica Corgne, al ser rocas de metal, se oxidan rápidamente.
Caída captada
por cámaras
Respecto a lo acontecido en la región, el profesor Alexandre comenta que la investigación se sustenta en la primera detección realizada por el sistema de once cámaras que opera en Latinoamérica (nueve en Chile) de la red de investigadores con colaboración ciudadana, Fripon Andino.
«Hubo una detección con dos de las cámaras de la red, con lo cual se pudo calcular la trayectoria de la estrella fugaz, con ello generar modelos de caída y determinar una zona probable de caída».
En su explicación, el experto comenta que las estrellas fugaces no brillan durante toda la caída, sino que a aproximadamente 25 km de altura se pierde la visibilidad, razón que hace necesarias las estimaciones de zona de caída.
Si bien las condiciones de la zona son más favorables a las del sur de Chile, por la humedad y vegetación, presenta más dificultades que la geografía plana y el ambiente seco del desierto.
Museo del meteorito en La Serena
La expedición, que se realizó entre el 2 y el 5 de diciembre en la comuna de La Higuera, fue apoyada en su práctica y difusión por el Museo del Caza Meteoritos Cherufe, único en la región y segundo a nivel nacional, ubicado al interior de Big Bang Park, a metros del Outlet de Peñuelas.
Si bien no se logró encontrar la muestra al revisar el 20% de la zona de posible impacto, según comenta Jorge Monsalve, director del museo regional del meteorito, quien además participó de la expedición, se realizó la donación de uno de sus ejemplares al repositorio de Valdivia para complementar las 80 muestras con las que ya disponen.
A su vez, Corgne valoró la existencia y labor del museo de La Serena en temas de divulgación, asegurando que aporta a democratizar la información y develar miedos en torno a lo espacial.
Con la publicación de la zona de caída, la red de investigadores está a la espera de que los aficionados locales se sumen a la búsqueda, ante una eventual nueva visita de los científicos. «Encontrar un meteorito es un aporte importante a la ciencia, entonces invitamos a la gente interesada a participar», cerró el experto.