En reunión convocada por la Jefe de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad, Wilma Sánchez y el Jefe de la Unidad de Seguridad Ciudadana, Jorge Figueroa, a la que asistieron policías y dirigentes de los locatarios y empresarios del Barrio Baquedano, se dio la buena noticia que todo ha cambiado positivamente. Ya no hay robos y la sensación de seguridad ha mejorado notablemente.
Así lo afirmó Max Hernández, presidente de la Agrupación de Dueños de Talleres y Servicios del barrio Baquedano, ante los asistentes, unas quince personas, incluida la prensa local.
«Yo antes tenía que mirar a todos lados antes de bajarme de la camioneta para abrir el negocio por las mañanas o cuando lo iba a abordar por las tardes a la hora del cierre. Ahora se nota claramente que ya no andan los delincuentes. Tal vez se han ido a otro sector, no lo sé», afirmó.
Por lo mismo agradeció la rápida respuesta que tuvieron al llamado hecho por diario LA REGIÓN. La Municipalidad dispuso de cuadrillas para limpiar calles, se podaron las palmeras y fue pintado y reparado el cierre perimetral de la cancha de baby en la plaza del sector. A su vez Carabineros hace constantes patrullajes y la PDI recorre discretamente de acuerdo a sus funciones. También fue mejorado el Alumbrado Público y Seguridad ciudadana tiene más presencia.
PARTES A MAL
ESTACIONADOS
El dirigente reconoció asimismo, que ese barrio estaba desordenado, por lo que, lejos de quejarse, consideran justo que a muchos les hayan cursado infracciones porque ocupan las veredas para estacionarse o las calzadas en zonas prohibidas.
«Eso ya se terminó en gran parte. Las calles están más expeditas y se ve el orden».
Se reconoce la proliferación, aún, de muchos perros vagos y otros mal atendidos por sus dueños. Basura mal tratada y, casos de venta de droga, según se dijo en el intercambio de opiniones.
En el análisis del escenario de ese sector, también participó el dirigente Eduardo Fajardo, admiten que si bien hay muchos colegas que están motivados en mejorar el barrio, otros sin embargo, miran desde la vereda. Se fijaron una cuota mensual de $ 5.000 pero no todos cancelan.
Por otro lado, en el barrio hay muchos pequeños empresarios que trabajan de manera ilegal al no poder obtener patente municipal, esto porque el plan regulador no permite más talleres en el área.
Aún así, dijo Hernández, están dispuestos a seguir trabajando por la unidad y porque todos sean legales. «Ojalá se les pueda dar un permiso provisorio renovable», en cuanto a los casos de drogadicción, también quieren ayudar a rescatar a esas personas.