
La joven patinadora se ubicó entre las seis mejores del mundo en Pekín. Su madre y su entrenador relataron el esfuerzo, la constancia y la falta de espacios adecuados que enfrenta para seguir creciendo en el alto rendimiento.
Por: Valentina Echeverría O.
A sus 14 años, Josefa Ramos ya hizo historia para el deporte regional y nacional. La joven patinadora coquimbana, a su corta edad, se ubicó entre las seis mejores del mundo en el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico, realizado en Pekín, China.
El podio fue encabezado por la portuguesa Rita Azinheira (182.38), seguida por la italiana Martina Stefani (179.83) y la española Paula Román (172.16). La joven patinadora obtuvo una puntuación de 142.50 en la modalidad de patinaje libre, consolidándose como una de las grandes promesas del patinaje artístico nacional e internacional.
Desde el otro lado del mundo, su madre Karen Mondaca, quien se encuentra en China apoyando en primera fila a su hija, habló emocionada sobre este logro. «Josefa está muy contenta. Su profesor decidió llevarla al mundial a su corta edad y ella pudo quedar sexta. Eran 29 deportistas de todo el mundo y le tocó salir primera en el programa corto», relató.
«Yo como mamá siempre apoyándola y feliz por sus logros», agregó con orgullo, mientras acompañan a la joven en sus últimos días de competencia y presentaciones.
Asimismo, su entrenador José Luís Díaz relató cómo comenzó esta historia de esfuerzo y talento. «Conocí a Josefa en una de las primeras clínicas deportivas que realicé para el Club de Coquimbo. Tenía apenas nueve años y desde el principio me pareció una niña muy especial, no solo por su talento, sino también por su capacidad para ejecutar con precisión cada indicación técnica».
Ese encuentro marcaría el inicio de un camino compartido. «Cuando hablé con su madre, Karen, al principio se mostró sorprendida por mi propuesta, porque no veía motivada a Josefa con el deporte. Pero después de esa clínica, ella quedó encantada y con muchas ganas de seguir mejorando. Desde entonces, comenzó a viajar a Santiago para entrenar y crecer deportivamente».
Diaz destacó que el proceso no ha estado exento de dificultades. «Josefa se ha superado año a año. Este sexto lugar en el mundial es histórico, ya que, con tan solo 14 años se enfrentó de igual a igual a patinadoras mayores y con más experiencia. Su resultado refleja su talento, pero también todo el esfuerzo, la disciplina y la pasión que ha puesto en cada entrenamiento».






























