En paralelo al juicio de Romario Veloz, el que está en su etapa final, pues los días lunes y martes se realizarán los alegatos de clausura, hay otro proceso también relacionado con eventos que ocurrieron durante el estallido social.
Es contra dos carabineros por presunta tortura en contra de un niño de entonces 13 años, hechos ocurridos en noviembre de 2019, cuando el muchacho, en medio de una manifestación, fue detenido por personal policial.
Ese día, según declaró el menor, bajó al centro con un amigo para jugar el juego de moda en ese tiempo, el Pokémon GO. Pero había una marcha, como las que se hacían diariamente desde el 18 de octubre, que fue disuelta por Carabineros.
«La gente arranca y estos dos amigos igual. En un momento la víctima, no sabe por qué, se cae. El bus de Carabineros se detiene, se bajan cinco carabineros y lo golpean. Lo suben y lo siguen golpeando. Posteriormente es llevado a la comisaría para iniciar un procedimiento por vulneración de derechos, luego a constatar lesiones y entregado a su madre», explica Marcelo Gálvez, abogado de la Corporación 20 de Octubre.
Entregó su relato
Reconoce Gálvez que en un comienzo a la madre le dijeron que cuando su hijo cae, en medio del desorden y el temor a ser detenido, la gente le pasó por encima, «pero una abogada de Derechos Humanos los acompaña a la constatación de lesiones y ahí pudo saber que no se trataba de lesiones referentes a una estampida que le pasó por encima, sino que derechamente fue golpeado por carabineros, que era lo que había señalado su amigo».
La declaración entregada por Carabineros, cuenta Gálvez, quedó plasmado en un parte policial «y, por lo tanto, siendo esos hechos falsos, en nuestro concepto también está el delito que se les imputa a estos dos carabineros de falsificación de instrumento público».
No hay dudas para Gálvez y la familia del menor, «que esto se trata de un delito de tortura y la querella es por torturas, y se presentó contra quienes resulten responsables. La acusación es contra esos dos carabineros, porque de todos los que estaban en el piquete, a los que se logró durante la investigación encontrar fundamentos suficientes para fundarles una acusación, son estas dos personas».
El joven entregó su relato, aunque lo hizo en una sala especial del segundo piso del TOP de La Serena, precisamente porque sigue siendo menor de edad.
«La víctima declaró, y en esta declaración narró lo que le había pasado. Ese bus tenía una cámara, pero estaba mala, y el único relato que nosotros tenemos para dar cuenta de lo que sucedió, es lo que contó él, ya que los carabineros cuentan otra cosa. El niño señaló los golpes, las humillaciones, insultos y amenazas, como la de mandarlo al Sename, y adicionalmente se hizo un paneo de la sala y reconoció a sus agresores, que estaban presentes ese día», afirma el profesional.
Los dos carabineros acusados están con arresto domiciliario total y antes estuvieron en prisión preventiva.
Este juicio estaba previsto que terminara el día viernes, pero se alargó porque las declaraciones han sido más extensas de lo que se pensaba, así que es posible que termine el lunes.
