La tranquila mañana sabatina de ayer en La Serena, inevitablemente condicionada por la vigilia prefinal de la Copa América, fue bulliciosamente interrumpida por dos nuevas marchas.
La primera, iniciada cerca de las 11:00 horas, fue convocada por la Asociación Chilena de Padres y Amigos de los Autistas (Aspaut) y el Movimiento Autismo Chile, para llamar la atención de la ciudadanía en torno a la falta de políticas públicas específicas para brindar atención a las personas que se encuentran dentro del llamado “espectro autista”, que abarca una gama de disfunciones intelectuales, como el autismo propiamente tal y el mal de Asperguer.
Los manifestantes exigieron la creación de una “Ley de Autismo”, que aborde aspectos como la generación de un programa de detección temprana del autismo, programas de educación inclusivos, mayor acceso a los servicios de salud y apoyo a quienes padecen esta clase de condición una vez que desaparecen sus padres o cuidadores, en especial durante la vejez, pues hasta hoy suelen quedar en el abandono y, incluso, recluidos en hospitales psiquiátricos.
Según Leslie Hernández, secretaria y coordinadora regional de Aspaut, en Chile “se vulneran los derechos de nuestros niños. No tienen inclusión de calidad en la educación, ni siquiera derechos en el AUGE para la salud”.
Hizo hincapié en la necesidad de diagnosticar lo más pronto posible, “porque entre más temprano, la evolución de ellos como personas es mejor. Los padres pueden partir en las terapias, para que nuestros hijos tengan una evolución tanto en sus conductas y en su rehabilitación cognitiva”, para lo cual se necesita mayor agilidad en las derivaciones a neurología, cuestión que hoy no ocurre.