El pacto Cambio por Chile dio la sorpresa al obtener un cupo a través del Partido Nacional Libertario. La coalición asume el desafío parlamentario con la estrategia de defender las ideas de libre mercado y seguridad sin transar sus pilares doctrinarios.

Por Joaquín López Barraza

La Región de Coquimbo fue testigo de un quiebre en la tradicional configuración del sector conservador. El pacto Cambio por Chile (integrado por el Partido Republicano, Nacional Libertario y Social Cristiano) logró obtener un escaño, pero la principal novedad fue el golpe político que significó para la derecha establecida.
La irrupción del pacto, que compitió directamente con Chile Grande y Unido, debilitó a la coalición tradicional, cuya pérdida de un cupo dejó fuera a figuras como el exparlamentario Juan Manuel Fuenzalida (UDI) y a Víctor Pino (Demócratas), demostrando el desplazamiento de las preferencias hacia el nuevo polo.
A pesar de que el Partido Republicano era el favorito en los sondeos, fue el PNL el que consiguió el escaño, cuya carta, Erich Grohs, se hizo del puesto. Con esto, el PNL consiguió representación parlamentaria en la zona, un hito para un partido emergente.

Triunfo por Convicción y Reflexión Republicana

El presidente regional del Partido Nacional Libertario, Alfonso Navarro, celebró el resultado, asumiéndolo como un paso que les permite consolidarse en el mapa político.
«Celebramos un hito importante que es tener un parlamentario acá en la región, en Erich Grohs, que ha hecho un trabajo intenso, arduo y con mucha convicción de su parte logró este maravilloso resultado», señaló Navarro.
El líder del PNL atribuyó el inesperado triunfo sobre el favoritismo Republicano a la distribución y la fuerza de sus ideas: «Los nacional libertarios teníamos ideas muy fuertes que supimos transmitir».
Por su parte, el presidente regional del Partido Republicano, Brian Salazar, reconoció el resultado interno con mesura, indicando que invita a la autocrítica.
«Nos deja una sensación de aprendizaje y reflexión conjunto como organización. El escenario en la región de Coquimbo históricamente ha sido complicada, esta es una oportunidad para retroalimentar y seguir impregnando con nuestras ideas en los territorios», afirmó Salazar.

La agenda innegociable en el Congreso

La llegada de este nuevo bloque al Parlamento plantea un escenario de negociación complejo con la derecha tradicional (Chile Grande y Unido) y el oficialismo (Unidad por Chile). Alfonso Navarro delineó la estrategia bajo la cual se moverán en el Parlamento, estableciendo de inmediato una línea roja para cualquier diálogo.
«Nosotros lo que no negociamos son principios, no se trata de ser intransigente por las puras, sino tener los principios claros. Defendemos la vida, la propiedad… Y ante esos principios es que no podemos transar».
El PNL y sus aliados buscarán empujar a la derecha tradicional a ofrecer más soluciones de libre mercado, competencia y facilitación del emprendimiento, demandando que el Estado se enfoque en mantener la seguridad y la integridad territorial. El desafío del pacto será mantener su unidad de principios y convicción para impulsar una agenda de derecha radicalizada.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa tu comentario!
Por favor ingresa tu nombre