La situación en Coquimbo Unido ya parece insostenible.
Transcurridas nueve fechas del Campeonato de Primera B, los aurinegros aún no saben de triunfos y se encuentran sumidos en el último lugar de la tabla de posiciones con solo 4 puntos.
Ayer la situación no cambió demasiado, porque si bien los porteños se generaron algunas ocasiones de gol, nuevamente no estuvieron finos en el finiquito y eso le costó caro, ya que terminaron perdiendo por 1-0 a manos de Deportes Copiapó.
En el primer tiempo, fue la visita quien tuvo la opción de abrir el marcador a través de un lanzamiento penal pateado por Juan Muriel Orlando, que atajó Jaime Bravo a los 11’.
Coquimbo Unido por su parte tenía la pelota, pero no hacía daño ni generaba profundidad en sus ataques.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Lucas Farías y Angel Rojas, los locales se comenzaron a ver mejor, sin embargo, no fueron capaces de abrir la cuenta en un nuevo lanzamiento penal cobrado por el juez Marcelo González.
Frente a la pelota se puso Leonardo Monje, quien pateó al medio abajo, tiro que fue contenido por Ignacio González, a los 73’.
Cuatro minutos más tarde, Juan Muriel Orlando capitalizó una llegada de Deportes Copiapó y logró anotar el único gol del compromiso, que dejó a los aurinegros sumidos en una crisis.
La gente se agolpó en los minutos finales tras la banca pirata para insultar al técnico Víctor Hugo Castañeda, a quien sindican como principal culpable de la paupérrima campaña que ha desarrollado el equipo en el presente torneo.
Tensa salida
Tras el encuentro, unos 50 hinchas coquimbanos se apostaron alrededor de los camarines y siguieron insultando al entrenador, además de esperarlo hasta que saliera.
Eran las 19:00 horas y no se iban, reteniendo incluso la salida del bus de Deportes Copiapó. Tras la llegada de un mayor contingente de Carabineros, se procedió a sacar a Castañeda del recinto, quien tuvo que disfrazarse de guardia y salir escoltado por otra puerta del estadio La Pampilla por seguridad.
En las próximas horas debería resolver la dirigencia si el DT sigue al mando del plantel o deciden despedirlo, puerta que dejó abierta el propio Castañeda en sus declaraciones.