
Candidato a diputado por el PPD reconoce que en su recorrido por la región ha evidenciado las dificultades que aquejan a las personas, especialmente en los sectores más apartados.
Por René Martínez Rojas
Las cartas están tiradas sobre la mesa y en estos días que restan de campaña, hay que aprovechar, dicen los expertos, cada espacio y rincón del lugar donde se vaya.
Es lo que hace Jorge Insunza, candidato a diputado por el PPD, que espera el pronunciamiento de la gente este domingo «con esa tranquilidad de haber hecho un trabajo intenso en los últimos dos años».
Y claro, si reconoce que cuando empezó esta etapa «cambié mi auto y actualmente tiene 129.000 kilómetros, que es justamente lo que he recorrido, tratando de llegar a los distintos rincones de la región».
En este periodo, dice que en muchos sectores existe «una sensación de abandono y estancamiento de los principales proyectos que son importantes para la gente, lo que ocurre tanto en las zonas urbanas como en los sectores rurales».
Explica que, en las zonas urbanas, por ejemplo, está el deterioro del centro de La Serena «y que es muy profundo». Pero también barrios «que han ido quedando más rezagados, mientras que en las zonas rurales los factores esenciales del progreso que todavía no llegan».
Y los enumera: el agua, la red de alcantarillado, la electricidad, la conexión telefónica y de internet «que son todos servicios básicos que aún no hemos sabido garantizar para todos esos lugares que actualmente están siendo cada vez más poblados por el desplazamiento que hay desde la ciudad».
En ese sentido, admite que «debemos hacernos cargo de esa sensación de estancamiento que produce mucha desilusión y malestar entre las personas».
Encarecimiento
No duda en señalar que varios son los niveles de centralismo existentes, porque además de Santiago, «también está el centralismo al interior de la región e incluso, al interior de las comunas, de sectores que se sienten y que son objetivamente rezagados, en donde las inversiones no llegan o todo cuesta una lucha ardua para que las personas puedan tener algún avance en su zona».
Por eso cree que, junto con los puntos esenciales a abordar, como el tema hídrico y la inseguridad, en este caminar ha recogido «la preocupación que todas las familias tienen por lo difícil que se está volviendo llegar a fin de mes. Esto, ya que existe un encarecimiento de la vida que afecta mes a mes porque Chile se ha vuelto muy caro y ahí es donde asoman los abusos que la gente percibe y es lo que hemos denunciado, por ejemplo, con las cuentas de la luz».
Asimismo, con «lo caro» que son los medicamentos, sobre todo para los adultos mayores, o el problema «de las listas de esperas», en verdad que la gente «siente ese agobio en que tener un trabajo hoy no le alcanza y por eso debe estar buscando un segundo trabajo y tener un pololo porque si no, no puede cubrir sus necesidades. Y eso justamente produce agobio, cansancio físico y emocional, además de ser un motivo de preocupación. Por tanto, la necesidad de recuperar el crecimiento económico, pero al mismo tiempo que ese crecimiento llegue a la gente como un mejoramiento en su calidad de vida, continúa siendo una urgencia de este tiempo que no hemos sabido resolver en estos últimos años».



























