El cuerpo médico advirtió que los fondos del recinto se agotaron anticipadamente, afectando la compra de insumos y medicamentos.

Desde el Servicio de Salud Coquimbo reconocen la estrechez presupuestaria, pero aseguran que se han inyectado remesas adicionales.

Por: Valentina Echeverría O.

La situación financiera del Hospital San Pablo de Coquimbo se ha vuelto crítica. Según los jefes de servicio y el capítulo médico, el presupuesto asignado para el 2025 se agotó en septiembre, lo que ha generado dificultades para adquirir insumos básicos y medicamentos. «Esto no ocurría antes, no es de siempre, lo que nos tiene muy sorprendidos», advierte el Dr. Marco Rojas, Jefe de Servicio de Cirugía y vocero.

«Normalmente, los fondos se acababan en noviembre o diciembre, pero este año el presupuesto se agotó en septiembre. Estamos haciendo malabares para seguir atendiendo, tratando de optimizar cada recurso sin afectar a los pacientes, pero es una situación muy difícil que pareciera que no se ha querido visibilizar».

Rojas indicó que la falta de recursos ha afectado principalmente la compra de medicamentos e insumos quirúrgicos y de enfermería, lo que está entorpeciendo la atención médica. «Esto no es habitual. Hay instrumental que alcanza para un día, pero al siguiente no, porque todo depende de que se le pague a la industria con la que tienen una gran deuda y liberen los insumos. Estamos estirando lo poco que queda y estamos a principios de noviembre».

Piden transparencia y recurso de emergencia

El vocero agregó que los equipos médicos piden dos medidas urgentes, la primera es transparencia en la forma en que se calculan los presupuestos hospitalarios y también, la entrega de remesas frescas para cerrar el año.

«Queremos que se transparente cómo se están calculando los presupuestos, por qué este año falló más que otros, y que llegue una remesa para poder salvar el mes y el año. Lo que se está resintiendo es la atención médica de la gente. Los hospitales trabajan para el 85% de la población que no tiene acceso a una atención privada, y nuestra función ética y funcionaria es de mayor envergadura».

El médico también expresó preocupación por el desgaste de los equipos de salud. «Hay un desgano y confusión sobre cómo vamos a salir de esto. No hay ningún afán partidario ni político, solo queremos trabajar bien».

Asegurando además que se les ha hecho auditorías desde el Ministerio de Salud «pensando que hemos malgastado la plata y muy por el contrario, hemos gastado unas pocas chauchas que han llegado de buena forma, pero así y todo no alcanzó, porque se calculó mal. Esperamos que sean transparentes, porque los que van dando la cara frente a los pacientes somos nosotros».

Desde el Hospital

El director del recinto, doctor Gabriel Sanhueza, confirmó el complejo escenario financiero, pero aseguró que se han implementado medidas de control para asegurar la continuidad asistencial.

«En el contexto del escenario financiero que vive actualmente nuestro establecimiento, se ha trabajado con las jefaturas y equipos clínicos en orientaciones claras para asegurar la atención a la comunidad».

«Se estableció una revisión semanal de los stocks de insumos priorizados por cada servicio para contar con lo necesario. Todas las medidas buscan asegurar la calidad y continuidad de las prestaciones que se brindan a nuestros pacientes».

Servicio de Salud
descarta déficit

El director del Servicio de Salud Coquimbo, doctor Ernesto Jorquera, reconoció la preocupación del cuerpo médico, pero aclaró que sí se han transferido fondos adicionales desde septiembre y que el hospital no ha quedado desfinanciado.

«Sabemos de la preocupación y, de hecho, valoro la actitud activa del capítulo médico. Ellos manifiestan que el presupuesto estaba liquidado en septiembre, pero eso no ha ocurrido. Desde septiembre se han inyectado recursos, también en octubre y noviembre, y se trabaja junto al Ministerio en un decreto de cierre presupuestario que va a estar por sobre lo originalmente planificado», explicó.

Jorquera añadió que además se están aplicando medidas para optimizar el uso de los recursos y mejorar la eficiencia de las compras. «Estas medidas no son de restricción, sino de eficiencia. Buscan asegurar la estabilidad de los hospitales y un uso responsable de los fondos públicos. Podemos decir con responsabilidad que se han ido inyectando los recursos necesarios para mantener el funcionamiento de la red», afirmó.

Mientras los equipos médicos piden certezas y mayor transparencia sobre la gestión presupuestaria, el Servicio de Salud insiste en que los hospitales de la red se mantienen operativos.

En el Hospital San Pablo, en tanto, los funcionarios continúan haciendo malabares y a la espera de nuevas remesas para evitar un impacto mayor en los pacientes.

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