
Con poleras rojas por el día de prevención del ACV (29 de octubre), los equipos de Neurología y Rehabilitación del Accidente Cerebrovascular del Hospital de La Serena salieron a la sala de espera del segundo piso para conversar con los usuarios, entregar flyers informativos y enseñar de forma cercana como reconocer los signos, cómo prevenir y qué hacer si estamos frente a esta emergencia médica.
Por: Valentina Echeverría O.
El neurólogo especialista en enfermedades neuromusculares, César Morales explicó que «el accidente cerebrovascular se produce porque se tapa una artería en el cerebro, ya sea por un trombo o un coágulo. Eso impide que una zona reciba sangre y oxígeno, generando un daño que puede dejar secuelas graves o incluso provocar la muerte si no se trata a tiempo».
Diferencia entre cuidarse y no hacerlo
Durante la conversación, el especialista explicó que no todos los pacientes responden igual al tratamiento, incluso si llegan al mismo tiempo a urgencias. «Si una persona sana y otra con hipertensión o diabetes mal cuidada o con obesidad sufren un ACV y ambas cumplen los mismos tiempos para tratárselo, el pronóstico no será el mismo».
«Quien lleva una vida saludable tiene arterias más limpias y una mejor red de circulación colateral en el cerebro, lo que le permite resistir mejor el daño. En cambio, una persona que no se cuida tiene menos reserva vascular, por lo que el infarto cerebral suele ser más difícil de tratar».
Según el especialista, solo en el Hospital de La Serena se hospitalizan entre tres y cuatro personas al día por accidentes cerebrovasculares, lo que refleja la alta frecuencia de esta enfermedad en la región. «Cada vez tenemos más casos por mala alimentación, sedentarismo y cigarrillo. La prevención y la educación son fundamentales».
Rehabilitar para
volver a vivir
Desde el área de Rehabilitación del ACV, el kinesiólogo Daniel Zumaran explicó que la recuperación depende del tipo de accidente, la edad del paciente y la rapidez del tratamiento. «Los pacientes con indicación médica ingresan a rehabilitación dentro de los primeros 15 días. Se evalúan con kinesiología, fonoaudiología y terapia ocupacional. Hay casos con secuelas leves, otros permanentes, y algunos sin ninguna».
Las secuelas más comunes son la pérdida de fuerza, las dificultades del habla y los problemas de memoria o concentración. «Mientras más rápido llegue el paciente, menor será la secuela. En estos casos, el tiempo literalmente es cerebro», enfatizó.
Prevenir está en tus manos
Controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol; dejar el cigarro; hacer ejercicio y mantener una alimentación balanceada son las claves para evitar un ACV. «Realizar actividad física, cumplir con los tratamientos y acudir al médico ante cualquier duda es fundamental. Seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud puede salvar vidas», deslizó Zumaran.
Datos que salvan vidas
Según la información difundida durante la jornada:
* 1 de cada 6 personas tendrá un ACV a lo largo
de su vida.
* Cada año, 15 millones de personas en el
mundo sufren un ACV.
* La presión arterial alta es una de las
principales causas.
* Más del 80% de los casos se pueden prevenir
con un estilo de vida saludable.
* En Chile, el ACV es la principal causa de
muerte en personas mayores de 60 años.
Cómo reconocer
un ACV: método FAST
Los especialistas recordaron la regla
internacional para detectar los signos de un ACV:
* F – Face (Cara): ¿Un lado de la cara está caído
al sonreír?
* A – Arms (Brazos): ¿Uno de los brazos se
debilita o cae al levantarlos?
* S – Speech (Habla): ¿La persona arrastra
las palabras o dice frases incoherentes?
* T – Time (Tiempo): Si ocurre alguno de estos
signos, llame de inmediato al 131
(ambulancia SAMU) o 911 de emergencias o
acuda a Urgencias.































