Alcaldesa Carmen Olivares da cuenta de la situación que se vive en su comuna y del difícil panorama que han tenido que enfrentar los agricultores.
Por René Martínez Rojas
En la provincia del Limarí el problema es complejo debido a la presencia de la mosca de la fruta, que al parecer no quiere moverse de la región. Especialmente en Monte Patria y en la comuna de Río Hurtado, se lamenta su alcaldesa Carmen Olivares.
La preocupación es porque «se ha esparcido en bastantes pueblos, cosa que a nosotros nos complica mucho, porque desde que comenzó no ha logrado frenarse y ha ido avanzando de pueblo en pueblo», reconoce la jefa comunal, y preocupada por el panorama que se avecina, al menos hasta los primeros meses del próximo año, si es que no se encuentra otro foco.
Reconoce que «acá son huertos familiares, no parcelas ni fundos» los que han sido descargados y por eso «que estamos con una amenaza permanente. Están floreciendo los damascos, los ciruelos y los duraznos, situación que nos pone en riesgo, porque si esa fruta o esa flor la van a botar, vamos a quedar sin alimentación, pero también sin ingresos para esos agricultores».
Asesoría clara y precisa
Tanta es la preocupación que envió un oficio al seremi de Agricultura y al SAG para pedirles «enfáticamente» que los asesoren «y que nos envíen una nómina de lo que pueden sembrar nuestros agricultores, porque gracias a Dios cayó un poquito de agua y eso nos permitiría que la gente siembre, pero responsablemente y con conocimiento de que sean verduras o hortalizas que no vayan a ser después arrancadas y afectadas por la mosca».
Sin embargo, admite que esa es precisamente la información que todavía no reciben como respuesta.
«Creo que hay que ser responsable con nuestra comunidad, puesto que no está recibiendo recursos de ninguna otra parte, por cuanto no hay un bono de emergencia por estas pérdidas», afirma.
Dice que se informó de un seguro «que tampoco cubre la totalidad de las personas que fueron descargadas en frutas, por lo tanto, no tiene relación la intervención de ellos con las pérdidas que está teniendo nuestra comunidad. Porque una cosa es la pérdida de ahora, pero lo que se viene nos va a empezar a afectar mucho más en la parte de la autosustentabilidad, donde la gente siembra para consumir y para vender y se verán, además, afectados en lo económico».
Como alcaldesa espera que llegue pronto una respuesta oficial, «porque nos han dado solamente una verbal, pero ninguna orientación. Y si el SAG es el organismo especializado en esta materia, nosotros esperamos que nos entregue una orientación clara y precisa para poder publicarla y que la gente, siempre con responsabilidad y tranquilidad, pueda seguir asegurando su consumo».
Según SAG, al menos hasta los meses de enero y febrero seguirán batallando para erradicar al insecto y en el caso de Río Hurtado, con el último hallazgo, la campaña pasa al mes enero.
Explica que ha visto algunas notas de prensa «donde se les responsabiliza a los usuarios, a los vecinos de las localidades. Y siento que hay que ser claros en que no necesariamente la responsabilidad es de los vecinos, sino también del organismo que tiene que frenar este avance con todas las especialidades que tiene».
Porque no cree que sean responsables solamente los vecinos, «pues acá hemos puesto harto de nuestra parte como municipalidad haciendo el llamado a la gente a que permita los ingresos del SAG, que aprendan qué significa el daño que hace la mosca y los hemos acompañado en todo ese proceso. Sí creemos que ahora necesitamos que ellos se pronuncien en una asesoría, más que castigadores hacia la comunidad, en cuanto a cómo tienen que plantar y qué sembrar para que nuestras familias no la sigan pasando mal».
Esgrime que para los productores «es un momento demasiado difícil, por cuanto afecta un radio importante y se ha dado en lugares aislados, pero muy dispersos en la comuna. La gente tiene molestia porque sienten que el organismo, que es el SAG, no ha controlado debidamente y en los tiempos más acotados. Lo que pedimos en este momento es una asesoría clara y precisa».
