Carolina Alarcón encabeza la Escuela Chilena de Gimnasia como directora técnica, guiando y entrenando a las actuales promesas de este deporte. Con una vasta experiencia, el objetivo es formarlas como deportistas, pero también para que sean mejores personas para la sociedad.
La ex seleccionada nacional Carolina Alarcón es la directora técnica de la Escuela Chilena de Gimnasia, que a lo largo de los años ha entrenado a las futuras promesas de la gimnasia regional.
Salvo por la pandemia, en sus más de 20 años de experiencia no ha parado en conseguir que sus pupilas, que a veces se inician desde los tres años en este deporte, se formen como deportistas, pero también como personas.
Practica en el coliseo Monumental, a un costado del estadio La Portada, de lunes a sábado, e incluso algunos días en jornada doble. Alarcón tiene una vasta experiencia, primero como gimnasta y seleccionada nacional, representando al país en cinco mundiales, siendo 10 años seleccionada nacional, y luego como entrenadora.
De los mundiales, los mejores recuerdos, «pues la experiencia fue maravillosa, ya que estar donde están los mejores, y en gimnasios maravillosos, no tiene precio. Estoy intentando replicar eso con mis gimnastas, pues muchas de ellas ya han sido seleccionadas nacionales», explica.
Consecuencias
del Confinamiento
Debido a la pandemia por Covid-19 y las restricciones sanitarias, las gimnastas más pequeñas debieron entrenar de una manera más apresurada a lo usual, teniendo que recuperar el tiempo perdido. Una situación nada de fácil, puesto que durante dos años estuvieron sin clases de educación física, «y las gimnastas son bien inquietas y era difícil mantenerlas motivadas al entrenar desde el living de sus casas», recuerda.
Dentro de estas dificultades, que son transversales a todos los deportes, está la falta de coordinación y resistencia de las atletas, toda vez que por culpa de esta gran pausa, «la parte psicomotriz fue la más afectada y, por lo tanto, la más trabajada, porque si no se practica y entrena a edades tempranas, es más difícil después entrenarla. Además, producto de la jornada escolar completa, las niñas llegan muy cansadas a entrenar debido a las horas que permanecen sentadas», sostuvo Alarcón.
Sin embargo, una de las mayores secuelas y problemática a enfrentar es la tecnología, porque debido a la digitalidad e inmediatez que brindan los aparatos electrónicos, los niños llegan con poca tolerancia al trabajo y con frustración, queriendo conseguir todo fácil y rápido, pero como comenta Alarcón, «este deporte no es así, es un deporte de mucha repetición y constancia».
Sumado a lo anterior, está el poco financiamiento y la falta de infraestructura que, pese a esto, el recinto donde practican es uno de los más completos a nivel nacional, pero muy por detrás del nivel mundial e incluso del sudamericano, puesto que Argentina y Brasil cuentan con una mayor inversión y por lo mismo tienen excelentes resultados en mundiales.
Competencia
«La gimnasia es un deporte que todo el mundo puede practicar», señala la experimentada entrenadora, teniendo como pupilas a pequeñas de tres años, a adultos y apoderados, enfocándose en el grupo avanzado de la escuela, dado que intentan clasificar al sudamericano de menores, que son los de más alto rendimiento.
En cuanto al ámbito local, ya se está preparando para la 20° edición de la Copa La Serena, que se desarrollará en agosto durante una semana y recibirá a más de mil competidores de todas las regiones del país.
Señaló que el fin de esta escuela de gimnasia, aparte de resultados competitivos, es formar personas, «toda vez que las personas que viven haciendo deporte son responsables, que salen delante de los problemas y se alimentan bien, por lo que el sello nuestro es enseñar valores que acompañarán a las personas por el resto de sus vidas y formarlos para que sean mejores para la sociedad».
