
La histórica banda coquimbana prepara tres temas nuevos —incluida una versión cumbiera del himno oficial— para sumarse a la posible fiesta del puerto. «Desde 1977 que estamos esperando cantar ‘De Coquimbo soy’ en un momento como este», adelanta su director, Ángel Núñez.
Por Joaquín López Barraza
El puerto respira nerviosismo, ilusión y orgullo. A días de una posible consagración histórica de Coquimbo Unido, los mensajes se repiten en redes sociales: ¿Van a tocar los Viking’s 5 si somos campeones? La respuesta, según su director y animador, Ángel Núñez Araya, es tan entusiasta como cautelosa.
«Nos tienen bombardeados preguntando si vamos a estar en la celebración. Y claro, tenemos todo preparado, pero mientras Coquimbo no sea campeón oficialmente, no podemos hacer nada. Estamos igual de ansiosos que todos», confiesa.
Tres temas nuevos y una cumbia aurinegra
La banda ya tiene el repertorio listo: tres canciones inéditas dedicadas al club y una reversión en cumbia del himno de Coquimbo Unido, adaptada al clásico estilo Viking.
«Antes el himno se escuchaba, ahora se va a poder bailar. Quedó maravilloso, con todo el sabor a Viking. Y tenemos dos canciones nuevas inspiradas en Coquimbo, una de ellas es preciosa», adelanta Núñez. Pero hay una condición: nada se revelará hasta que el club asegure su primera estrella.
«De Coquimbo soy» espera desde 1977
El vínculo entre la agrupación y el equipo es casi biográfico. Desde sus primeros años, Los Viking’s 5 le cantaron al puerto y a su gente.
«De Coquimbo soy está lista desde mayo de 1977, esperando un momento como este, celebrar algo grande, algo único, ser campeones de Chile», recuerda su director.
La devoción aurinegra atraviesa generaciones. Núñez creció entre canciones, camisetas y jugadores históricos. «Yo andaba de la mano con Bené, Torino y Liminha. Eran amigos de mi papá. Comían empanadas en mi casa. Imagínate la emoción para un niño coquimbano», relató.
Y en la familia Viking, la pasión siempre fue prioridad. «Mi tío Juan Núñez, que era el director de la banda, revisaba los contratos y si un show coincidía con un partido de Coquimbo, ese contrato no se firmaba. Primero el equipo», asegura.
Fanatismo que cruza fronteras
Ni las giras internacionales logran apagar la devoción. «En las fotos de nuestras giras por Europa aparecemos con la camiseta de Coquimbo Unido. En los años ochenta nadie sabía quién era Coquimbo, pero igual la lucíamos con orgullo. Siempre llevamos al puerto en el corazón», cuenta Núñez.
«El amarillo y negro es una emoción que no se puede explicar»
Consultado por qué el coquimbano vive con tanta pasión su camiseta, Núñez no duda. «Todo parte del primer triunfo, cuando Coquimbo le ganó a los ingleses, los inventores del fútbol. De ahí viene la fuerza, el coraje y el orgullo de ser coquimbano», afirma.
Y esa pasión no entiende de distancias ni de derrotas. «A veces vamos en la carretera, Coquimbo juega, y paramos para ver el partido por el teléfono. Cuando ganamos, gritamos como locos. Cuando perdemos, seguimos con ellos igual. Esa es la magia del amarillo y negro», dice.
Los Viking’s 5 ya están listos. Los instrumentos afinados. Las canciones esperando su momento. Y todo el puerto, conteniendo la respiración por escuchar la primera cumbia del campeón.
 
             
		




























