Carabinero acosado por jefe: «Me trataba de maricón»

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Uniformado de la subcomisaría de Los Vilos denuncia hostigamientos por parte de su superior al saber de su orientación sexual. Desde abril que está con licencia médica por depresión, y desde la institución lo quieren sancionar con 15 días de arresto. «En otras palabras, me estarían dando de baja», acusa.

Tiene 26 años. Desde siempre quiso ser Carabinero. Cuando ingresó a las filas, hace cinco años, lo hizo con «orgullo». Sin embargo, para el cabo segundo, de iniciales C.M., todo fue cambiando con el pasar del tiempo, especialmente cuando fue trasladado el año pasado a la comuna de Los Vilos, desde Pudahuel, en Santiago. Ahí, advierte, comenzó su pesadilla debido a su orientación sexual.

Desde la ciudad de Los Ángeles responde el llamado de Diario La Región y cuenta su testimonio sobre lo vivido al interior de Carabineros, y de la fuerte depresión que lo tiene con licencia médica desde el mes de abril. Porque, avisa, desde el momento en que comenzó el acoso por parte de su superior, todo en su vida cambió. Ya no es feliz. Ni tampoco se lo ve contento.

«Conocí a mi pareja el primero de noviembre del año pasado, cuando ya estaba trabajando en Los Vilos, y fue cuando comenzaron a escucharse los rumores de que andaba con una persona del mismo sexo», relata con voz pausada.

Eran todos los días

Agrega que «después de esos comentarios me llamó mi capitán a su oficina preguntándome si era verdad lo que se estaba hablando sobre mi sexualidad, a lo que yo le respondí que sí, que era verdad, porque nada tenía que esconder, porque era mi vida privada y porque nunca mezclé mi situación sentimental y personal con mi trabajo, ya que eran dos cosas que no tenían ninguna relación».

La conversación en la oficina de su superior, si bien quedó ahí, en el «bueno, ya», fue el detonante de lo que ocurriría con el tiempo, puesto que fueron pasando los días y a finales de marzo, acusa, «me comenzó a citar a su oficina, donde ya me trataba de maricón, me decía que los maricones le traían mala suerte a la unidad, a la institución, así que desde ese instante me sentí mal, menoscabado, debido a que todos los días era lo mismo…».

Su proceso ha sido complejo. Y nada de fácil le ha resultado desde que lo habló. Y fue peor aun cuando al cuartel llegó a buscarlo su pareja, un día por la noche.

«Me fue a buscar mi pareja y estando ahí, en público, mi superior manifestó lo mismo: que los maricones traían mala suerte, y siempre riéndose, delante mío y mi pareja».

Luego de intensas noches cargadas de insomnio, y de aquella vez cuando fue menoscabado, dijo basta. «Así no podía seguir», avisa.

Entonces presentó una licencia médica, porque ya no podía con todo lo que le estaba sucediendo.

«Se me vino el mundo abajo y hasta ahora sigo con muchos problemas. Por eso, hoy sólo quiero que se haga justicia y que esto no quede impune, ya que no he sido escuchado, y aunque he dado cuenta de esta situación al mando, lo único que hicieron fue trasladarme de comisaría, y que al final es lo mismo, porque es dependiente de la misma».

Me estarían dando de baja

Debido a que sus superiores no lo escucharon y no quisieron entregarle una solución al problema que les venía planteando, el Carabinero denunció los hechos mediante la plataforma de reclamos y sugerencias de la misma institución. Y eso los molestó y terminó siendo peor.

«Primero presté declaraciones, y el personal de la unidad también lo hizo, pero obviamente estuvieron del lado del jefe y contaron que yo estaba mintiendo, que todo era falso.

demás, me están sancionando con 15 días de arresto, que es una sanción por no haber dado cuenta al mando o haber ocupado una plataforma que no me correspondía. Pero cuando fui a contar mi verdad no me escuchó mi coronel, por lo tanto tuve que ocupar otros medios para contar lo que me estaba ocurriendo».

Esos 15 días de arresto, señala, «es un castigo, una mancha en la hoja de vida, y con la que difícilmente podré optar a un ascenso en mi carrera. En otras palabras, me estarían dando de baja…».

Una posición para nada grata. Menos de la institución a la que ingresó por absoluta vocación.

«No me esperaba esto. Porque cuando ingresé se veía todo bonito, siempre ayudando a la comunidad, pero fueron pasando los años y de verdad que fue cambiando mi perspectiva… y se supone que un oficial está para ayudar, aconsejar y orientar, y no para menoscabar, humillar…».

Pese a todo lo que ha tocado vivir en estos dos últimos años, y sabiendo que puede ser dado de baja por su orientación sexual, este Carabineros quiere seguir perteneciendo a la institución. De eso no tiene duda. Pero primero quiere seguir luchando y que se pueda marcar un precedente.

«Quiero luchar y decir que no me quedé con los brazos cruzados. Y, claro, pese a todo quiero seguir siendo Carabinero y se lo dije a mi superior. ¿Sabe? Muchos funcionarios han tenido miedo de dar a conocer su situación, y tengo colegas que han sido dado de baja por reconocer su condición sexual en distintas partes del país, y eso no puede ser».

Su denuncia la hizo llegar el Movilh (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual), quienes ya están estudiando y conociendo más de su actual situación, «para entregarle todo el apoyo que corresponde», dijo la presidenta de Movilh-Biobío, Paola Laporte.

De hecho, la institución envío esta semana una carta a la jefa de DDHH de Carabineros, Karina Soza, solicitándole que «gestione el cese de toda sanción contra el funcionario, así como la adopción de medidas administrativas contra quienes han vulnerado derechos en razón de su orientación sexual», precisó Paola.

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