Desde hace meses, los locatarios del terminal Rodoviario de Coquimbo de calle Francisco Varela, han constatado el accionar de una mujer con aparentes problemas mentales, quien utiliza la violencia para pedir dinero a los pasajeros o a personas que llegan a buscar o a dejar a viajeros, la cual ha amenazado hasta con arrojar café hirviendo que consume.
Uno de sus últimos episodios agresivos en contra de una persona causó que fuera denunciada a la policía lo que hizo que optara por alejarse del lugar, pero ayer regresó a calle Diego Portales cerca de un supermercado aledaño al terminal, causando la preocupación de los comerciantes de dicho recinto quienes temen que regrese a seguir con su accionar.
Marviola Rivera, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Coquimbo, explicó a diario LA REGIÓN la delicada situación y las graves consecuencias que podría tener algún hecho provocado por la mujer en situación de calle, como puede ser que deje a alguna persona herida de seriedad.
«Quiero poner esto en conocimiento del Departamento Social de nuestra municipalidad para que sean tomadas medidas para ayudarla y sacarla de la calle, porque esta señora que está mal, llega acá portando café que si no sé si se lo regalan o lo compra con las monedas que le dan, y con eso amenaza con lanzarlo, principalmente a varones, y ella por lo que se ve está con sus facultades mentales completamente perdidas y es un peligro».
La dirigente quien ha acogido múltiples peticiones de ayuda de parte de los locatarios del Rodoviario, quienes también han sido intimidados por la denunciada, agradeció a Carabineros por su rápida respuesta cuando la detuvo luego de cometer otra agresión días atrás. «Tuvimos buena acogida de Carabineros porque el Comisario Mayor Barnato mandó a varios funcionarios a controlarla, pero ahora está en calle Portales y ella puede regresar en cualquier momento a hacer lo mismo», indicó.
Jacqueline Araya, locataria del terminal porteño, añadió que junto a sus pares sienten mucho temor por su integridad física y por la de los pasajeros y el resto de la comunidad que acude al terrapuerto.
«Con nuestra administradora hicimos todas las gestiones posibles con Carabineros con el fiscal para ver el caso de esta señora y con la presidente de la Cámara y logramos erradicarla momentáneamente, pero ahora está a unas pocas cuadras de distancia, por eso queremos que las autoridades se preocupen de ella y que se la lleven a alguna institución en que puedan darle una atención que ella necesita».
Recordó que siempre actúa de forma violenta y repentina, sin provocación aparente, lo que da cuenta de su inestabilidad mental. «Hace ataques a personas que viene acá, insulta a todos, trae perros que no se pueden sacar porque si no se enoja, además ella misma corre peligro porque alguien puede ser más violento que ella y le puede terminar dándole golpes y como ella es mujer, puede que sufra graves lesiones que le pueden costar la vida», añadió.
Por otra parte, hizo ver que para que la justicia la sancione y determine si efectivamente padece alguna enfermedad mental para que sea llevada a tratamiento en algún centro siquiátrico del Estado, debe ser denunciada por una agresión grave, lo que espera que sea evitado por alguna autoridad que le preste asistencia en el corto plazo. «Carabineros me dijeron que no se puede hacer nada mientras tanto el fiscal y un Juez den alguna orden a alguna institución de salud para internarla, pero para que el fiscal acceda a eso hay que tener muchas pruebas en su contra y que alguien la denuncie para que venga Carabineros y sea testigo, pero no queremos llegar a ese extremo».