Ex funcionaria denuncia despido injustificado y acoso laboral en el SAG

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«Fue lo más injusto, estresante y
humillante que me ha tocado vivir»

Tania Beiza ingresó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en diciembre de 2017, en la Unidad de las Personas. Relata que desde un principio enfrentó un trato hostil de parte de una colega, en ese entonces encargada subrogante del área… Desde el SAG evitaron referirse al tema.

«En marzo de 2019 se me hizo un sumario administrativo por la pérdida de documentos que yo le entregué personalmente en sus manos antes de irme de vacaciones a quien los pidió. Ambas fuimos sancionadas. Decidí no apelar ya que asumí mi responsabilidad en el sentido de que no solicité una confirmación de la recepción de los documentos», relata.

La otra persona presentó apelación y el sumario fue aperturado nuevamente cuando asumió el nuevo director regional, Jorge Navarro. «El no poder conseguir que yo
fuera la única sancionada, causó gran molestia en ella, por lo que su trato hostil se acrecentó aún más.

Esto me llevó a presentar mi renuncia al director regional de ese entonces, Gonzalo Vega, pero no me la aceptaron ya que se me consideraba un buen elemento, y me
ofrecieron otro puesto de trabajo en la Unidad de Administración y Finanzas, donde no tuve problema alguno, al contrario, tuve una muy buena acogida».

«Lamentablemente este nuevo escenario duró poco, ya que eseaño se produjo cambio de director regional (asumiendo Navarro) y la funcionaria que me trataba mal en la Unidad de las Personas, se transformó en la principal asesora del nuevo director».

Navarro reabrió el sumario y en este nuevo proceso solo fue sancionada Tania.
Es bajo este escenario que comienza un sistemático acoso de su nueva jefatura, con menosprecio a su trabajo. «Constantes y severos llamados de atención por las más absurdas razones, revisar mi lugar de trabajo mientras no estaba en mi oficina, e incluso llegó a tomarme de los brazos mientras me llamaba la atención de una forma desproporcionada», relata todavía emocionada.

Agrega que todo empeoró a principios de este año cuando se le citó a una supuesta reunión de trabajo, «lo que en realidad no fue otra cosa que una encerrona en donde estaban el director regional, la encargada de la Unidad de las Personas y la encargada de Administración y Finanzas».

«Lo vivido en la aquella ocasión fue lo más injusto, estresante y humillante que me ha tocado vivir en toda mi vida laboral. Los tres se dedicaron a ejercer fuertes y desproporcionadas críticas a mi trabajo, a mi comportamiento y a mi compromiso con el servicio. En ningún momento tuve una real oportunidad de defenderme, ya que se turnaban para interrumpirme sin dejar que terminara de responder sus preguntas o rebatir sus acusaciones», relata.

Frente a los actos de hostigamiento decidió interponer una denuncia por acoso laboral en contra del director regional Jorge Navarro; la encargada de la Unidad de las Personas y la encargada de la Unidad de Administración y Finanzas.

«El último acto de acoso y hostigamiento fue amonestarme por escrito y sancionarme con una anotación de demérito por no utilizar mascarilla en espacios comunes».
Apeló, «pero esta vez ni siquiera recibí respuesta, sino que, fui directamente desvinculada del servicio.

Las causas, no reconocer mis errores, no respetar la autoridad del director regional y no tener compromiso con el Servicio».

«Me negué a firmar la carta de despido, por lo que sólo me enteré de la causal
cuando ésta me llegó por correo certificado el 13 de agosto. Grande fue mi sorpresa cuando comprobé que la casual era por necesidad de la empresa por causa de una
supuesta reestructuración de la Unidad de Administración y Finanzas, que consistía en
la disminución de dotación de la unidad, algo que el director regional jamás mencionó», concluye.

Desde el servicio declinaron referirse al tema.

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