Una tensa noche vivieron este martes los habitantes de la Villa San Rafael de Rozas, de Illapel, cuando participantes en el velorio de la víctima ultimada el día domingo, hicieron detonar ruidosos fuegos artificiales, recordando los temidos narco funerales.
Como se recuerda, Miguel Ángel Bugueño Bugueño, de 31 años de edad, fue ultimado a balazos el domingo pasado en otro punto de la comuna, hecho que está en proceso de investigación.
El fue «despedido» con la detonación de fuegos artificiales en las afueras de la casa donde sus restos mortales eran velados.
Por ese motivo los temerosos pobladores del sector a llamaron a Carabineros aduciendo que al parecer, escucharon posibles disparos de armas de fuego, «o tal vez bombas», decian.
DEBUTA EL PLAN ESPECIAL
Por ello fue activado el recientemente creado plan de seguridad dispuesto por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública que dispone remitir a un importante contingente de policías a los barrios en los que ocurren funerales de personas vinculadas a hechos delictuales.
De esa forma patrullas concurrieron a la Villa San Rafael para resguardar esa zona y averiguar el origen de los fuegos artificiales.
El personal de la Cuarta Comisaría de Illapel fue reforzado con contingente de otras unidades especialmente para custodiar la misa fúnebre de Bugueño, realizada ayer en la catedral San Rafael Arcángel.
La ceremonia motivó un plan de desvío de tránsito para facilitar la salida de los asistentes a la misa y a la vez tener despejado el área para seguridad.
La situación también generó preocupación en la comunidad principalmente por el despliegue de los policías, incluso hubo apoderados que llegaron a buscar a sus hijos pequeños a los establecimientos educacionales céntricos.
El cortejo que fue acompañado por patrullas, enfiló hacia el cementerio local donde fue realizada la sepultación sin mayores incidentes.
