Gendarme detenido acusa «apremios ilegítimos» de Carabineros: «Me pegaron en el carro y en el calabozo»

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Fue detenido este lunes después de defender a su pareja cuando presuntamente era agredida. Salían de un local de tatuajes, ambos de franco, cuando en medio de una manifestación se inició una trifulca que terminó con su detención.

«Me acuerdo que me estaban dando palos y combos por todos lados, hasta que perdí el conocimiento y lo recobré dentro de la micro…», dijo Fernando Quiroz.

Fernando Quiroz y María José Valera llegaron este lunes hasta la Avenida Aguirre, cerca del colegio Japón, para hacerse unos tatuajes. Ambos son funcionarios de Gendarmería del centro penitenciario de Huachalalume y en su día de franco no había inconvenientes.
Pero en medio de una manifestación, pasadas las 19 horas, él fue detenido y recién ayer dejado en libertad, en una situación confusa que seguramente terminará por aclararse en los tribunales.
Afuera de la Primera Comisaría, de calle Colón con Cienfuegos, una tensa espera. Ella, angustiada, le hizo guardia por horas. «Lo pasarán a control de detención como a las 12», dijo mientras prende un cigarro y otro, acompañada de algunos miembros de los cascos rojos de Derechos Humanos, presentes al momento de su detención, y también de Jaime Pereira, presidente regional de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, Anfup.
¡Déjenlo, déjenlo!

Ni el Coronavirus parece frenar la protesta social en algunas partes del país. Tampoco en La Serena, que en los últimos días ha visto como un grupo de manifestantes ha salido a las calles desobedeciendo las órdenes de las autoridades, esa de mantenerse en sus casas para evitar la propagación del virus.

EN CALLE VICUÑA CON
AV. FCO. DE AGUIRRE

Fue en calle Vicuña con la Avenida Aguirre que comenzó la pesadilla, cuando cruzaban a comprar cigarros y luego a tomar el colectivo para dirigirse a La Florida.

«Estábamos haciéndonos un tatuaje los dos, y al momento de salir del local nos dimos cuenta que había un piquete de Carabineros… Nos rodean, se van encima de mi pareja, y ahí reacciono con molestia contra uno de ellos, insultándolo porque le estaba pegando, pero se me fueron todos encima y no me acuerdo de mucho más», relata Fernando, de 30 años, a la salida de la comisaria, aún con el rostro marcado por las golpizas que dijo haber recibido tanto en el carro policial, al momento de ser detenido, como también en uno de los calabozos.

Después de unos minutos de pelea lo subieron a la micro. «¡Déjenlo! No se lo lleven!», gritaban las personas que estaban en el lugar, también su pareja, testigos de todo. «De hecho a mí me sacaron los mismos encapuchados que estaban ahí, porque de lo contrario también me hubiesen detenido», cuenta María José.

RELATA LA PESADILLA

Con las manos en sus bolsillos, con sus zapatillas todavía sin cordones y una polera negra bastante a maltraer, incluso con pequeñas manchas que parecen sangre, relata la pesadilla que vivió y los «apremios ilegítimos» que sufrió de parte de Carabineros.

«Me acuerdo que me estaban dando palos y combos por todos lados, hasta que perdí el conocimiento y lo recobré dentro del carro, cuando una funcionaria me estaba pegando. Después me ingresaron al calabozo y me hicieron el bote (cuando te ponen grilletes en manos y piernas) y debido a los golpes, terminé vomitando. Posteriormente me derivaron a constatar lesiones y al regresar me meten esposado a un calabozo y uno de los carabineros les dice a los detenidos que yo era funcionario de gendarmería y que si tenían que cobrar plata, que lo hicieran. No sé si tuve suerte, pero de los detenidos había uno que lo conocía en la cárcel y los otros no me hicieron nada…».

Apremios ilegítimos

Todavía con la tensión de lo ocurrido, y ante el terror y la desesperación que lo embargaban, también a su pareja, que desde el momento de su detención nada supo de él hasta que fue puesto en libertad, Fernando cuenta que «me pegaron en el carro y dentro de la comisaría también. En la tercera celda, como no tiene cámaras, me pegaron, no sé entre cuantos funcionarios, pero los más buenos para pegar, por así decirlo, era un carabinero muy joven, un veinteañero, ¡y una funcionaria!… que gozaba haciéndolo».

Quedar en prisión preventiva era una opción que a María José la hacía temblar. No ocurrió así, pues a las 13:20 horas Fernando se asoma por la puerta principal. Ella lo abraza. A paso lento cruza la calle y avisa que la audiencia quedó fijada para el 20 de junio, a las 8 de la mañana, y que su defensora hizo el «reclamo debido a los tratos vejatorios que sufrí y recalcó que ellos habían realizado prácticas de tortura conmigo».

Ambos extraviaron el celular en la trifulca, lo que a juicio de Fernando bien pudo ser un robo, por eso «iré nuevamente a constatar lesiones y posteriormente a realizar el procedimiento que corresponde por apremios ilegítimos, porque si bien la Fiscalía quedó de contactarse conmigo, yo quiero de todas maneras realizar la denuncia, no sólo por las agresiones, sino que también por la pérdida de mi celular y el de mi señora, que había grabado cuando me estaban tomando detenido», precisó.

Ella insiste en la versión de que «al ver que me agredieron Fernando me defendió, luego llegaron otros Carabineros que lo golpearon y se lo llevaron detenido. Nosotros no estábamos haciendo nada, no estábamos en la manifestación, y nos agredieron, nos insultaron, y Fernando me defendió y es la reacción que cualquier persona tendría».

Revisar sus protocolos

Jaime Pereira, presidente de Anfup La Serena, se enteró de la detención de Fernando Quiroz a través de unos mensajes de wasap. Inmediatamente «comencé a recopilar información, hablando con Carabineros, quienes efectivamente me dijeron que había un funcionario detenido. Me dijeron que mis asociados iban participando de la marcha y que trataron de agredirlos, pero María José, su pareja, y gente de Derechos Humanos, denuncian lo contrario. Ellos aseguran que iban cruzando por calle Vicuña con Avenida Aguirre, cuando se encuentran con la marcha y Carabineros se abalanzó sobre ellos, trató de detenerlos y Fernando puso resistencia, se dieron unos golpes…».

La molestia de Pereira radica en que ellos debieron solicitar que se mandara a constatar lesiones, «y recién a eso de las 23:30 lo hicieron, porque pedimos que así fuera. Ellos estaban esperando el resultado de un scanner del carabinero para ver si tenía resultados graves y que el fiscal se pronunciara, pero entiendo que recién Carabineros, entre armar todo este cuento, su procedimiento administrativo, cerca de las dos de la mañana habría dado cuenta al fiscal de turno».

Como representante de los gremios de trabajadores penitenciarios, advierte Pereira, que «solicitamos que Carabineros revise sus protocolos, que haga un proceso administrativo y que las denuncias al Ministerio Público sean con fundamentos y con base, y no hablar de supuestos. También entendemos que la Direccional Regional de Gendarmería emitirá un proceso, un sumario administrativo, y esta pieza sumarial ojalá determine que Fernando no tuvo un mal actuar y que no existan sanciones que sean desproporcionadas».

CARABINEROS: HUBO TRES
DETENCIONES EL LUNES

Desde Carabineros, el Prefecto de Elqui, comandante Carlos Rojas, «señaló que el durante el procedimiento del lunes se registraron tres detenciones: uno por desórdenes, uno por agresión a Carabineros y otro por ultraje al emblema patrio. Los tres casos fueron informados al Ministerio Público, que determinó que dos de ellos pasaran a control de detención y uno quedara en libertad. Se trata del procedimiento habitual y establecido para cualquier detención, aplicándose de manera transversal a todos los ciudadanos».

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