Más de 1.300 infracciones cursadas al comercio ambulante en la conurbación

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– Mientras en La Serena el alcalde Jacob asegura que «siempre la culpa
es del municipio», Carabineros avisa que las multas han aumentado en más
de un 38% en comparación con el año pasado. Desde las Cámaras de Comercio anunciaron protestas y ofrecer alternativas de ubicación…

«Acá cuando caen unas gotas salen los paraguas como por milagro…», dice el alcalde de La Serena Roberto Jacob, medio en broma, algo en serio, acerca de lo que, a su entender, es un fenómeno que no cede: el comercio ambulante.

Un problema de nunca acabar para algunos y que ha crecido al compás de la crisis. Porque basta caminar por calle Gregorio Cordovez después de las cinco de la tarde, hora peak, para darse cuenta de la gran cantidad de vendedores ocupando sus veredas, muchos de ellos extranjeros.

Ahí puedes encontrar de todo. De un parche curita hasta un buzo Adidas. Y más…
– ¿Es legal?
– Pero parece, ¿no?
No son Tom y Jerry, pero se la pasan jugando al gato y al ratón. Corriendo y persiguiéndose. Y son los inspectores municipales contra los vendedores ambulantes, y viceversa. Ambos protagonizan una pelea que lleva años, sin que todavía ninguno haya podido con el otro.

«Pero la culpa siempre es del municipio», afirma molesto el alcalde. Y acusa que «cuando vamos al centro con los inspectores estos son atacados por los ambulantes, por la gente que defiende a los ambulantes, y más encima, cuando se arma una riña, son detenidos. Entonces ojo, hay que tener cuidado».

Se habla mucho y se hace poco

Respecto a la cantidad de extranjeros Jacob es tajante: «¿Todos están regularmente en el país?, ¿están autorizados para desarrollar el comercio? Entonces me pregunto: ¿Quién controla eso? Debiera ser Extranjería, porque si no regularizan no debieran estar vendiendo en la calle. ¿Quién controla los alimentos? Eso tiene que hacerlo el Servicio de Salud, ¿y dónde están? Pero resulta que al final el municipio tiene la culpa, cuando hay tantos otros que deben realizar esa pega».

Insiste en que para poder erradicar el comercio callejero hay que ir a la raíz, «saber quién reparte la verdura, la mercadería…».

La mayoría culpa a la cesantía, pero para Jacob no es un pretexto, «ya que ellos no se conforman con ganar poco. Acá todo el mundo tiene derecho a trabajar, pero también a pagar sus impuestos y tienen el deber de formalizar y hacer una competencia leal, y no desleal».

Molesto, recalca que «si la gente no compra en las calles no estarían estos vendedores, por tanto voy a pedir la ordenanza para multar a la gente que sí compra en la calle, y veremos si eso funciona. Pero ya está bueno, puesto que es mucho lo que se dice y se habla, pero poco lo que se hace».

Una forma de vida

Para el Comandante Gianni Barnato, jefe de los servicios policiales de Carabineros, el comercio ambulante, más que una actividad, hoy se ha convertido para muchos en una forma de vida.

«Cuando hablas del aumento del comercio ambulante es porque estás hablando de factores que inciden en ese momento y que pueden ser varios, como la pérdida del empleo formal, que se ve traducido en la región, respecto a los índices de desempleo y que de alguna manera genera la posibilidad del aumento del comercio informal. También la llegada de personas nacionales y extranjeras a la región, que sin contar muchas veces con un oficio o un trabajo formal, y a la espera de conseguirlo, se genera esta suerte de venta ambulante».

Pero así como ha crecido el comercio, también lo han sido las infracciones. En este sentido reconoce que, «en lo que va del año hemos aumentado en más de un 38% las infracciones en comparación con el año pasado, por lo que a la fecha llevamos sobre 1.300 infracciones por comercio ambulante en la conurbación y más de 700 infracciones en la comuna de La Serena».

De estos infractores «hay gente que, según nuestros registros, ha sido más de una vez multada. Pero también pasa que hay situaciones estacionarias y donde hubo una fuerte fiscalización, para el eclipse total por ejemplo, donde llegó mucha gente desde otros lugares a comercializar especies como los lentes para mirar el eclipse, y eso aumentó el número».

Es un número significativo, advierte. No obstante, asociado al comercio ilegal «existen también pequeños delitos iniciales, y aunque no podemos decir bajo ninguna circunstancia que los comerciantes ambulantes son delincuentes, sí hemos detectado que en algunos casos y a raíz del comercio informal, se han producido algunos delitos iniciales».

Por último, y debido a que el comerciante ambulante luego del decomiso recuperaba sus especies en el tribunal, algo así como una suerte de puerta giratoria debido a lo bajo de la multa, que muchas veces no superaba los diez mil pesos, «es que nosotros presentamos esta situación a nivel comunal, y en donde los alcaldes hablaron con los jueces de policía local, se reafirmaron algunas indicaciones, se mejoraron administrativamente los instrumentos para esta fiscalización, y hoy, por ejemplo, en el municipio de La Serena las multas parten desde las 5 UTM y seguramente con un grado de mayor seriedad si se insiste en generar esta actividad sin tener el permiso respectivo».

Cámara de Comercio de la La Serena

En la Cámara de Comercio se quejan. Y hace rato. Por lo mismo, dependiendo de la respuesta que les entregue el municipio, luego de enviada una carta al alcalde y a la totalidad de los concejales, y también a Carabineros, «es que vamos a tomar acciones, convocar a una protesta con globos y banderas negras, porque lamentablemente el centro de la ciudad ha sido tomado por el comercio ambulante, que termina produciendo aglomeraciones y eso, al final, trae consigo la delincuencia. Pero vamos a esperar a que exista una respuesta de la municipalidad, porque son ellos los que deben cumplir la ordenanza municipal», avisa Patricio Araya, presidente del comercio en La Serena.

Para Araya y sus asociados, el comercio ilegal «nos afecta mucho, casi en un 25% dependiendo del rubro. ¿Sabe? En nuestra petición siempre hemos distinguido dos comercios: el ilegal y ambulante que está autorizado por el municipio, y que son 57 personas, pero de acuerdo a la ordenanza municipal no debiesen darse permiso dentro del Casco Histórico, entonces ahí se estaría infringiendo la ordenanza municipal si es que se están dando permisos en las calles céntricas de la ciudad».

Cámara de Comercio de Coquimbo

Coquimbo, dice su presidente Fernando Guzmán, no es la excepción. ¿Y qué se puede hacer para evitar las pérdidas con el aumento del comercio informal? Por ejemplo: «ofrecerles alternativas de ubicación, formalizarlos, y también el factor represivo, que es necesario y no existe alternativa, no se puede andar con medias tintas, pues para poder hacer queque hay que romper huevos, pero en Chile no hay una ley que sea idónea, y además es ambigua», dice.

En su comuna, «y es así, no me cabe duda», varios locales han cerrado sus puertas. Aunque asegura que muchas cosas son las que se conjugan para que ello ocurra.

«Acá todo va sumando para el cierre. Si pones un mall chino, el arreglo en las calles y la delincuencia, además del comercio ambulante, suma para que se produzca una muerte de locales. Tanto afecta el comercio ambulante informal, que algunos ambulantes que tienen permiso se han visto complicados, puesto que pagan un poco de impuesto y el comercio ilegal no lo hace, por lo tanto se ven descolocados. Pero esto del comercio ambulante es histórico para nosotros».

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