Pese a haberse suicidado, se acreditó su responsabilidad en femicidio

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El hecho ocurrió el 26 de abril de 2018 en el domicilio de la víctima, Rosa Ester Vilches Navarro, de 59 años, en la comuna de Coquimbo. La mujer falleció a manos de su conyugue Claudio Urbina Sanhueza, de 67 años.

El repudio de las autoridades fue inmediato, aunque también quedaba en tela de juicio la efectividad de las medidas cautelares ante las constantes denuncias de agresión, puesto que existía una prohibición de acercamiento.

«Teníamos antecedentes y denuncias de violencia previa en este caso, nuestras profesionales trabajaron junto a la víctima e hicieron todo lo que estaba bajo nuestra facultad, efectivamente existía una medida cautelar de prohibición de acercamiento, pero eso falló, aquí uno de los poderes del Estado falló», señalaba en ese entonces la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Ivón Guerra.

Lo que determinaba posteriormente la Fiscalía era aún peor, ya que para cometer el violento crimen, el acusado utilizó utensilios de cocina para propinarle diversos golpes en su cabeza y cuerpo a la víctima, además de puntapiés, para luego causarle heridas corto punzantes y después una asfixia. La mujer falleció a consecuencia de un traumatismo cráneo encefálico y sufrió diversos hematomas y heridas en sus manos.

Estaba en tratamiento

Desde entonces, el sujeto se encontraba recluido en el Complejo Penitenciario de Huachalalume. Y en el Módulo 1 de imputados esperaba la sentencia, que estaba prevista para este lunes, a las 15:30 horas, en el TOP de La Serena.

Pero aquello no ocurrió. La madrugada de este domingo su cuerpo fue encontrado sin vida en su celda.

«En el lugar se realizaron las pericias respectivas y el examen externo del cadáver, se logró descartar preliminarmente la participación de terceras personas, estableciendo que el hecho correspondería a un suicidio», señaló el subprefecto Cristian Lobos, jefe de la BH de La Serena.

Durante el tiempo que estuvo recluido, nunca mostró actitudes que llamaran la atención de personal de gendarmería. Al contrario, pues era «una persona bastante sociable, de buen vivir, si no me equivoco, era ex funcionario de Dipreca y nunca había estado recluido», dijo Boris Ruiz, presidente regional de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería.

Y agregó que «no tenía problemas con nadie, debido a que era un reo que se adaptó inmediatamente al medio, aunque sí tenía algunos trastornos psicológicos, puesto que estaba con tratamiento psiquiátrico, entonces eso, aunque está en investigación, lo habría gatillado a tomar la decisión de quitarse la vida».

No obstante, y aunque murió antes de escuchar su sentencia, el fiscal de Coquimbo, Mauricio Cartes, sostuvo que técnicamente existió un veredicto condenatorio contra un sujeto por femicidio y que se logró atribuir responsabilidad al acusado.

«Técnicamente hubo veredicto condenatorio y se logró establecer el femicidio, situación distinta es que no se pueda hacer efectiva esta responsabilidad con la pena efectiva», afirmó Cartes, quien agregó que se acreditó el caso con testimonios de terceros más el trabajo policial de la PDI.

Además, reconoció que si bien el imputado declaró en el juicio, se pudo acreditar el hecho del femicidio incluso sin su versión. «En el sitio del suceso, la colaboración y coordinación con la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística tuvo un resultado tan pulcro que logramos acreditar la responsabilidad en el delito de femicidio», afirmó.

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