¿Se juega o no se juega? Esa fue la pregunta que debían contestar con premura los dirigentes del fútbol chileno ayer en el Consejo de Presidentes que se comenzó a desarrollar ayer en la sede de la ANFP con una hora de retraso, a eso de las 11 de la mañana.
Tras acaloradas discusiones, más que nada por tratar temas que más corresponden al futuro, como la conformación del campeonato nacional del 2020, por la tarde a través de un fallo que se resolvió por temas de quórum, el Consejo de Presidentes extraordinario de la ANFP decidió continuar con el campeonato de Primera División, Primera B y Segunda División Profesional, esto a pesar de los problemas que surgieron el viernes pasado con el fallido encuentro entre Unión La Calera y Deportes Iquique jugado en el Estadio Bicentenario de La Florida, el cual fue suspendido por el ingreso de barristas de la Garra Blanca al recinto.
Los dirigentes de los equipos profesionales finalmente se inclinaron por volver a la actividad este mismo fin de semana, donde se jugaría la fecha 27 de la Primera División y la 30 de la Primera B.
En el detalle, se necesitaban 38 votos para suspender los torneos, lo que equivale a los 4/5 de los sufragios emitidos por cada club (los votos de los equipos de Primera valen doble). La alternativa por parar el fútbol finalmente logró 34 preferencias, por lo que el quórum fue insuficiente para tomar la medida.
La opción para seguir jugando alcanzó los 13 votos. Entre quienes la apoyaban se encontraban Universidad Católica, Universidad de Chile, Palestino, Unión Española, Santiago Wanderers, San Luis, Huachipato y Santiago Morning.
FUTBOLISTAS
EN PARO
Por la tarde fue el turno de los futbolistas profesionales. El SIFUP citó a dos representantes de cada equipo para tomar una decisión….y esa resolución fue paralizar la actividad debido a que no se cuentan con las medidas de seguridad necesarias para desarrollar los partidos de forma normal.
Los futbolistas buscan que las autoridades trabajen en el resguardo de la actividad ante las amenazas de las barras bravas. También pretenden que sus contratos se cumplan y que se les pague la remuneración del mes de diciembre.