A cinco años del terremoto 8.8 que sacudió a Chile en 2010, el Centro Sismológico Nacional aún no recibe 297 acelerógrafos que fueron adquiridos en 2013. Se trata de equipos que tienen como objetivo sumar información sobre los movimientos telúricos que generan daño en el país.
A la fecha, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) ha instalado 208 equipos en diversas regiones. Otras 88 unidades están en proceso de ubicación, pero aún no han sido entregados al Centro para poder generar registros sobre los sismos. La inversión en esta red fue de $ 2.667 millones. La utilidad: miden la aceleración del suelo, con lo que entrega información más rápida sobre dónde hay impacto tras un temblor.
Mario Pardo, director (S) del Centro Sismológico Nacional, señaló que “la Onemi está encargada de la instalación y de la comunicación de estos instrumentos con el Centro (…), de acuerdo al convenio entre nuestras instituciones”. Añadió que incorporar estos acelerógrafos a la red del Centro “aportaría datos fundamentales para mejorar la respuesta inmediata”, con el fin de entregarla a la Onemi y Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa), que informan a la ciudadanía sobre la evacuación ante un evento.
El Centro plantea que “a partir de estos datos (de los acelerógrafos), en tiempo real se puede localizar un sismo, su magnitud y generación de mapas de los daños”.