Un balance más que positivo es el que hacen desde el municipio de Andacollo de la Fiesta Chica, que de manera masiva comenzó el pasado viernes, cuando se instalaron los puestos de comercio e inició el arribo de los fieles peregrinos y también los turistas, tanto de otros puntos de la región como también desde otras comunas del país.
Cabe mencionar que, en relación a lo estrictamente religioso, la celebración en honor a la Virgen Nuestra Señora del Rosario de Andacollo ya había partido con una misa el pasado domingo 27 de septiembre.
Seguridad cumplió
De acuerdo a lo informado por Bernardita Rodríguez, administradora municipal y coordinadora de la fiesta chica, están conformes con los resultados obtenidos en cuando a la seguridad, principalmente porque no ocurrió lo acontecido en una anterior celebración, cuando los comerciantes ambulantes, sin ningún permiso, se instalaron, generando conflictos con el resto de los vendedores que sí estaban autorizados para ser parte de la fiesta. En ese sentido, dice Rodríguez, «tuvimos estándares de seguridad bastante grandes para evitar esta situación y tener una fiesta como corresponde. Se hizo una inversión bien grande y logramos el objetivo, que era mantener esto a raya, porque la vez anterior, cuando llegaron los ilegales, principalmente de la Región Metropolitana, fueron un foco de inseguridad, porque tienen un perfil distinto al que tienen los comerciantes de acá», manifiesta la coordinadora de la fiesta.
«Es un evento religioso»
En la misma línea, Bernardita Rodríguez enfatiza en que esta celebración tiene un carácter religioso y no comercial, y que, si se permite la presencia de comerciantes establecidos, previa coordinación con ellos, es sólo para darle un atractivo más a los peregrinos que vienen desde todas partes del país y una posibilidad de trabajo a los emprendedores. «Esto no es la Pampilla, si bien tenemos nuestros puestos, que los otorgamos a la gente que se dedica al comercio, lo hacemos para darle un mayor realce a la celebración, pero lo realmente importante aquí es rendirle honores a la Virgen de Andacollo, y es a eso a lo que vienen miles de fieles año a año», precisó quien también es la administradora municipal.
Masiva concurrencia
Si bien el comercio tiene plazo hasta el día lunes para seguir funcionando, la Fiesta Chica de Andacollo finaliza el día de hoy, luego de una peregrinación que comenzará a las 16.00 horas, y se espera que esta sea la jornada que concite a la mayor cantidad de personas, llegando a una cifra de visitantes que podría alcanzar los 60 mil. Así lo expresa la encargada. «Pese a que son menos días que la fiesta grande, de igual forma hay que considerar que es una de las celebraciones religiosas más importantes de la zona norte del país, por eso la concurrencia es igualmente alta, sobre todo este domingo, que es la procesión, donde deberían llegar unas 60 mil personas. Ya con esa procesión se pone fin a la fiesta, que para nosotros ha dejado resultados bastante positivos en lo que nos tocó colaborar», finalizó Bernardita.
FIESTA POPULAR
Las fiestas de Andacollo, tanto la chica como la grande, se realizan en honor a la Virgen del Rosario en dos fechas durante el año: el primer domingo de octubre, con ocasión del Rosario, y en diciembre, desde el 23 al 27, para la natividad popular.
Hoy la fiesta se presenta con la complejidad de una fiesta de Santuario, a la cual asisten cientos de miles de peregrinos y visitantes, un comercio popular profuso, presencia e intervención de autoridades locales y eclesiásticas, actividades turísticas y de patrimonialización, así como la participación de un centenar de bailes federados y no federados, en los cuales hay cofradías tradicionales, bailes chinos, danzas y turbantes, y danzantes modernos -de instrumento grueso-, los que responden a estilos y expresiones distintas, que a su vez se vinculan a orígenes e historias específicas.
Es todo esto lo que hace que entender la fiesta sea complejo, pues este culto relaciona un espacio territorial muy amplio, sobre todo porque influye con su sistema ceremonial desde Copiapó por el norte hasta Aconcagua por el sur, y desde la costa hasta allende los Andes, siendo el epicentro de su desarrollo los valles de los ríos Elqui y Limarí, donde históricamente se celebró a las imágenes sagradas con bailes chinos, de danzas o turbantes.