Pequeño de primero básico sufrió golpiza en grupo, siendo asfixiado y retenido por varios compañeros de un curso más grande. Familia pide expulsión de los involucrados, mientras que en paralelo se realizó marcha para visibilizar otros casos de bullying que ocurren en el colegio

Por: Valentina Echeverría O.

El pasado miércoles 28 de mayo un alumno de primero básico con diagnóstico TEA grado uno fue agredido por sus compañeros de un curso mayor del colegio Santo Tomás de La Serena. La madre del niño había denunciado anteriormente –según su testimonio– las reiteradas ocasiones de acoso escolar que sufría su hijo, pero aseguró que la institución no le habría tomado acciones ni dado respuestas.

Este jueves se realizó una marcha a las afueras del establecimiento y según informó la madre del estudiante, «esta manifestación ya estaba programada de antes por los múltiples casos de bullying y nosotros, a raíz de lo que pasó y que no nos dieron respuestas, decidimos participar con mi pareja».

Cuenta que no querían hacerlo público «porque pensábamos seguir el conducto regular de hablar con el colegio y la Superintendencia de Educación, pero nos enteramos por terceros que los agresores solo fueron suspendidos dos días. Considero que es una burla para mi hijo, para nosotros como familia y para todos los apoderados que están en la misma situación», declaró.

Multas

Desde la Superintendencia de Educación, el director regional de Coquimbo, Fernando Sermeño, declaró que la denuncia ingresada fue clasificada como de tramitación urgente «para darle celeridad a la fiscalización y abordaje de esta lamentable situación».

Además, afirmó que situaciones como esta son un llamado a las comunidades educativas para exigir medidas oportunas, establecidas en reglamentos internos y protocolos de prevención.

«Los establecimientos, en caso de no cumplir con las disposiciones establecidas en la normativa educacional, arriesgan multas en UTM y otras sanciones de mayor intensidad», afirmó, junto con un llamado a madres, padres y apoderados a incentivar conductas respetuosas y tolerantes en los estudiantes a su cargo.

Miércoles negro

El testimonio de lo sucedido es desgarrador, considerando que esta fue la gota que rebalsó el vaso, cuenta la madre.

«Hace un mes se estaba juntando con niños de segundo básico porque en su curso hay un niño que lo molestaba: Le quitaba la colación para tirarla al suelo, pisarla y lo golpeaba; se burlaba de él. Como todos juegan juntos en su curso, él no se podía incluir. En todas esas oportunidades yo informé al colegio que esto sucedía», comentó.

Recuerda que el pasado miércoles su hijo se encontraba en el recreo de almuerzo y su hija mayor en clases de educación física.

«Él estaba jugando con sus amigos cuando una niña más grande pasa y le levanta el dedo del medio, y mi hijo hace lo mismo para defenderse. En ese momento lo empiezan a empujar entre los que estaban con él».

Luego en el grupo se comenzaron a escuchar gritos como: ¡Péguenle Péguenle! y ¡Pelea Pelea!

«Ahí lo empiezan a golpear en todo el cuerpo, principalmente tórax, cabeza y abdomen. Se le subió un niño a los hombros mientras lo ahorcaba y había dos más a los lados que también lo asfixiaban y dos más lo golpeaban. Lo soltaron porque un profesor iba pasando y los niños se detuvieron. Ahí mi hijo corrió a buscar a su hermana, abrazándola en estado de shock. Al principio le habían dicho que se pegó en la cabeza -–lo que sí había sucedido antes–, pero luego un niño contó que le habían pegado».

Su hermana fue a informar a inspectoría y envió un audio de WhatsApp informando lo sucedido. «Cuando lo fui a retirar, lo primero que pedí es que nos dieran información, que nos dijeran qué se iba a hacer y qué sanción se aplicaría. Hasta el día de hoy no se han contactado con nosotros», se lamenta.

Visiblemente afectada, enfatizó que esto no califica como una pelea, más bien fue una agresión. «Mi hijo tiene TEA tipo 1, es un niño súper cariñoso. Estaba preocupado de que iban a anotar a los niños que le pegaron. Estaba angustiado porque lo pudieran anotar a él por generar conflicto. O sea, la única anotación que tiene es por pararse a darle abrazos a la profesora porque él se regula con el afecto físico».

El menor se encuentra con un esguince cervical y con un par de hematomas. Psicológicamente, debido a su condición, no verbaliza mucho, «pero por las noches tiene pesadillas, crisis de angustia y no puede dormir solo. Sueña que le cortan la cabeza recordando que por un momento no pudo respirar».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa tu comentario!
Por favor ingresa tu nombre