
La autoridad llama a consolidar y continuar el trabajo de planificación urbana iniciado durante su gestión y a mantener la coordinación con universidades y servicios para proyectar el desarrollo de la conurbación hacia 2050.
Por: Valentina Echeverría O.
La Serena y Coquimbo están viviendo una expansión urbana que desafía su movilidad, calidad de vida y planificación futura. Ante ese escenario, el seremi de Obras Públicas, Javier Sandoval, abrió durante su gestión la primera Mesa de Ciudades Inteligentes de la región, integrada por la Universidad de La Serena (ULS), la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Colegio de Ingenieros, con el objetivo de instalar una discusión técnica que no existía en la zona y proyectar la conurbación a futuro.
«En la región no era tema hablar de ciudades inteligentes», señala Sandoval. «Por eso instalamos esta mesa y comenzamos invitando a las dos universidades más importantes, porque queremos que la academia genere conocimiento y que nuestros proyectos MOP puedan adaptarse a esa visión».
Una mirada de largo plazo
Sandoval explica que la discusión nacional sobre ciudades inteligentes suele reducirse a cámaras, sensores o vigilancia, dejando fuera el elemento central del concepto, donde la infraestructura vial es fundamental.
«El enfoque cuando voy a grandes seminarios en Santiago es tecnología, drones, semáforos touch, pero nadie habla de la vialidad, que es clave. Una ciudad inteligente reduce tiempos de viaje. Si la circunvalación está operando, podrás cruzar la ciudad en solo 15 minutos», afirma.
El seremi subraya que esta mirada permite repensar dónde se construyen colegios, servicios o vivienda, y cómo una planificación inteligente incorpora seguridad, sustentabilidad y disminución de huella de carbono.
También insiste en que el MOP no puede actuar solo. «Yo puedo aportar conocimiento y comentar cuales son nuestros proyectos ahora, pero queremos que después esto siga. La mesa justamente busca que todos planificamos estratégicamente la ciudad, que aportemos e incluso en un futuro se puedan abrir cursos de ciudades inteligentes para formar profesionales con esa mirada».
Una mesa que debe continuar más allá del cambio de gobierno
Con el término del periodo de gobierno acercándose, Sandoval enfatizó que quiere dejar instalada una hoja de ruta que trascienda a las autoridades. «Tenemos el Plan Nacional de Infraestructura Pública proyecta al país hasta 2050 anunciado por la ministra y el presidente, y por nuestra parte queremos que esta mesa continúe. Ya invité al gobernador regional para que la lideren ellos, porque yo soy seremi por cuatro años, pero esto tiene que ser permanente», indica.
El MOP busca ampliar la participación de actores, deslizando que «hoy están las universidades y el Colegio de Ingenieros, llegando cada vez más actores, pero deben sumarse más ministerios. La idea es que la mesa no discuta cosas abstractas, sino que discutimos proyectos reales, como la circunvalación o la Ruta 5, y que otros vengan con propuestas en robótica, movilidad o diseño urbano».
Visión académica: el potencial de la colaboración
Desde la UCN, el director de la Escuela de Ingeniería, Dr. Paul Leger, valora que la mesa haya permitido unir capacidades que antes operaban por separado. «Las ciudades de Coquimbo y La Serena han experimentado un crecimiento sostenido, lo que vuelve indispensable pensar nuestras ciudades de manera más inteligente y coordinada», sostuvo.
Leger destaca que el diálogo entre ULS y UCN ha abierto posibilidades concretas. «Ingenieros Civiles de la ULS pueden trabajar junto a Ingenieros en Tecnologías de la Información de la UCN en inteligencia artificial para optimizar el tráfico, predecir congestión o mejorar la gestión semafórica. Esa colaboración muestra que, cuando articulamos conocimiento y voluntad institucional, podemos avanzar hacia ciudades más eficientes, seguras y amigables».































