Si bien el sujeto estaba en prisión preventiva y se dio un plazo de 180 días para la investigación, este se extendió para recopilar la mayor cantidad de antecedentes y el presunto autor del crimen hoy se encuentra con arresto domiciliario. «Para nosotros la tesis de un suicidio es totalmente descartable y falsa», lamenta la familia.
Pamela Álvarez Soto tenía 55 años de edad al momento de morir. Vivía en calle Balmaceda, en La Serena, y su familia la recuerda como una mujer independiente, alegre y emprendedora; una mujer de negocios, llena de vida.
No tuvo hijos, pero se preocupaba de sus sobrinos y sobrinas como si lo fueran. «Era querendona», cuenta Camila Aracena, su sobrina y actual vocera en la Región de Coquimbo de la Agrupación Nacional de Familiares de Víctimas de Femicidio.
Su tía fue una víctima, y a dos años del aquel episodio la justicia no llega. Y temen que nunca llegue.
Tía regalona
Pamela tenía una relación de pareja de más de 12 años con el hoy presunto femicida, y en el último periodo de relación, comenzó a pasar más tiempo con él en su casa (en Tierras Blancas, Coquimbo) para cuidarlo, «ya que se encontraba enfermo y ella lo ayudó en ese periodo», relata Camila.
Pero la noche del 28 de octubre, y la madrugada del día siguiente del año 2021, todo cambió.
«Mi tía fue asesinada, y en primera instancia él mismo es quien llama a las instituciones pertinentes informando el fallecimiento. Lo curioso es que en un principio, y de manera sumamente negligente, descartaron un posible femicidio, puesto que su cuerpo no presentaba lesiones atribuibles a terceros», afirma.
La familia, sin comprender mucho lo ocurrido y en estado de shock por la muerte repentina de «la tía juvenil y regalona», preparó la ceremonia fúnebre y con mucha pena la despidieron.
Sin embargo, una semana después llegan los resultados de la necropsia realizada por el Servicio Médico Legal, revelando que Pamela Álvarez fue asesinada y es detenida su pareja, la última persona con quien estuvo.
Fue formalizado por el Juzgado de Garantía de Coquimbo por el delito de femicidio íntimo y se decretó su prisión preventiva por un plazo de 180 días mientras duraba la investigación, «pero el plazo de investigación se ha aplazado y este 2023 se le otorga el arresto domiciliario a la espera del juicio», lamenta Camila, de profesión periodista.
Un número más
Entonces ha sido «chocante» que el victimario esté con arresto domiciliario, «porque como familia había tranquilidad de saber que al menos este tipo estaba en prisión preventiva, pero ha sido todo lo contrario. Le envié un mensaje a la abogada de Sernameg, institución que tiene la representación judicial del caso, para saber cómo iba el tema, y me responde que esté tranquila. Lo que nos duele es que después de casi dos años en prisión preventiva, el juez o jueza de turno le otorga el arresto domiciliario mientras espera el juicio».
Explica que luego de esta situación se reunieron con la abogada a cargo del caso, «quien nos explicó que la defensa del victimario insiste en que puede haber sido un suicidio, ya que mi tía tomaba medicamentos para dormir. No obstante, para nosotros la tesis de un suicidio es totalmente descartable y falsa, según consta, además, en la declaración entregada por el fiscal Mauricio Cartes, quien formalizó los hechos como femicidio íntimo, señalando que ‘la causa de muerte está clara, es asfixia con participación del imputado…’».
