A dos años de su muerte en Vicuña. Cercanos de Anaís Godoy siguen buscando justicia

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Este lunes, frente a un mural pintado en una de las esquinas de la población Tocopilla Segunda, donde vivía con sus padres en la comuna de Vicuña, familia y amigos conmemorarán su cumpleaños 19.

Fue la tarde del domingo 28 de junio de 2020 cuando, desbordada de pena, Anaís Godoy decidió poner punto final a su vida. Desde entonces, pesar e impotencia en su familia.
Y también en todas las personas de la comuna de Vicuña, que este lunes la recordarán frente al mural con su imagen en la población Tocopilla Segunda donde vivía con sus padres, Guillermo y Cecilia.

Su figura, cuenta su prima Ángela, los insta a seguir buscando justicia y con mayor razón ahora, al ver en la calle al sujeto causante de toda la pena.

«Estamos en las mismas, ya que el caso no ha avanzado mucho y este sujeto salió en libertad en febrero y anda por acá mismo, por Vicuña», cuenta.

A partir de ese fatídico momento, una batalla de la familia por encontrar la verdad, y que el culpable, que cumplió condena en Huachalalume por delito de lesiones graves a otra persona y por delito contra la propiedad, pague por lo que hizo.

Partir de cero

Mucho ha pasado desde la muerte de la menor, que incluso el 17 de octubre de 2019 denunció la violación sufrida durante las fiestas de la Pampilla de San Isidro, en Vicuña.
Por ejemplo, el caso estuvo cerrado y archivado por el Ministerio Público, y ni siquiera se llegó a la audiencia preparatoria de juicio oral.

Entonces cambiaron al fiscal por uno de Coquimbo, «con quien tuvimos las primeras reuniones en octubre del año pasado, pero igual requiere tiempo, pues tenía que leer la carpeta del caso nuevamente. Era como partir de cero, pero lo que queremos es tratar de formalizar a este sujeto y este fiscal nos ha ayudado harto, ya que vio otras cosas del caso donde nosotros podíamos indagar más…».

Comenta que pese a tener la evidencia de una perito particular, «este fiscal vio otras cosas y por eso esta semana tuvimos otra reunión. Antes, cambiamos de abogados por unas profesionales de Santiago que han trabajado en este tipo de casos…».

Orden de
protección

Sí, ha pasado el tiempo y agradecen el trabajo desarrollado por el Ministerio Público, pero lamentablemente el sujeto se encuentra en libertad.

«Tuvimos que poner una orden de protección a toda la familia, justamente porque este sujeto está libre. Vivimos en una ciudad pequeña, así que topárselo en la calle es fome», lamenta.

E incluso en el cementerio, como recuerda: «Mi tía va todos los días y además la dejan entrar los días que está cerrado. Un día estaba adentro y aparecieron dos tipos que no tenían por qué estar ahí. Mi tía se asustó, los miró y era él. Este sujeto debe saber que tiene orden de protección y no es que se acerque, pero si lo vemos se sube al auto y se va».

Lo que más les aflige es «recordar todo lo que han pasado y saber que él anda muerto de la risa en la calle, que está haciendo su vida completamente normal y a nosotros nos falta la Anaís».

Y lo peor, agrega, «es que todos los días tenemos que estar pendientes de él, de estar cuidándonos, nosotros salir preocupados a la calle y andar mirando que no nos pase nada, mientras que él está tranquilo y nadie le hace nada. Para nosotros es fome, y más aún saber que todos los días tenemos que pelear para que lo formalicen».

Si bien ha existido un plazo suficiente para que la Fiscalía haya realizado todas las diligencias pertinentes para la formalización, también entiende que «desde un principio sabíamos que el caso sería súper complejo, principalmente porque la Anaís no está, y es más difícil buscar pruebas potentes para formalizar. ¿Sabe? A pesar de tener esta nube negra encima, igual vemos es rayito de luz, porque el Fiscal que nos tocó nos da cierta esperanza con el tipo de pruebas que quiere recabar, así que esperamos poder lograr algo».

Sin embargo, cree a ciegas que van a conseguir algo, «llevamos dos años buscando pruebas para poder decir: sí, este cabro estuvo acá, hizo esto».

Asegura que todo avance sirve. Y claro, «más cuando estamos preguntando, diciéndoles a las abogadas que por favor molesten a los fiscales, y así nos vamos. Yo que soy la vocera y la que me encargo de esto, siempre odioseando, siendo la pulga en la oreja del fiscal (ríe), pero se ha portado bien, ha sido súper claro en las cosas que nos dice».

Admite, no obstante, que sienten una rabia interna con la justicia «porque no le creyeron -a la Anaís- y todo lo que están haciendo ahora, deberían haberlo hecho desde un comienzo. Pero las cosas están, ya no podemos llorar, sino que debemos ponernos esta armadura y que esto llegue luego a su fin, visto que para nosotros ha sido súper cansador”.

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