Se dio esta vez sin la presencia del delegado, parlamentarios y seremis. Consejeros regionales lamentaron que no hayan sido nombrados e «invisibilazados», cuando el trabajo que se realiza «es mancomunado»
Para la gobernadora, la de ayer su última cuenta pública. No la que esperaban los consejeros regionales, ni tampoco los funcionarios del GORE, que ayer nuevamente se manifestaron a la entrada del edificio.
Con tambores y pancartas, además del sonido de una bocina, hicieron sentir su malestar, mientras en el Salón Gabriel González Videla Krist Naranjo entregaba, con imágenes, el resultado de su trabajo. Aplausos y también algunos forzados por momentos.
Todo esto, con algunos carabineros vigilantes y sin la presencia de los seremis, parlamentarios y el delegado presidencial Galo Luna. Cores y varios alcaldes dijeron presente, al igual que vecinos de organizaciones sociales.
«Los funcionarios estaban manifestándose y hubiese esperado que siendo esta su última cuenta pública, al menos se les hubiese hecho un gesto porque los funcionarios del Gobierno Regional lo han pasado mal estos años. Nunca es tarde para reconocer los errores y eso quizás habría sido un gesto y no solo mostrar siempre lo bonito. Creo que las cuentas públicas son un minuto en donde debemos exhibir lo bueno que se hace en la región, pero también hay que reconocer los errores de buena manera y eso habla bien de las personas», dijo el consejero por el Choapa Cristian Rondanelli.
No nos considera
En poco más de una hora, la gobernadora resaltó la ejecución del 93 por ciento del presupuesto total, equivalente a 62 mil 276 millones 878 mil pesos y describió la inversión que ejecutó en las provincias. En el Choapa, con una ejecución presupuestaria cercana a los 17 mil millones de pesos. La inversión pública en proyectos de infraestructura en Limarí bordeó los 24 mil millones y en Elqui, cercano a los 11 mil.
Si bien los consejeros valoraron los beneficios para las comunidades en la región, lamentaron que como consejeros regionales hayan sido «invisibilizados».
Tatiana Castillo sostuvo que «el CORE nuevamente no se ve, cuando el trabajo se hace en cada comisión, en cada punto que ella mencionó, inclusive en mucho de lo que se mostró. Y no se trata de una foto, sino de considerar que somos un Gobierno Regional. Como ejemplo, los PRI (Plan Regulador Comunal) son trabajos de meses donde estamos semanas enteras y no considerarnos, creo que quedamos al debe. Siento que hubiera sido una forma de engrandecerse ella como persona haber mencionado al Consejo Regional».
Agrega que no los menciona en nada «porque considera que la Cuenta Pública es de ella, y no entiende que el trabajo lo hacemos todos. De hecho, tenemos el ProEmpleo que es un trabajo que se hizo en febrero cuando están todos de vacaciones, y Lombardo Toledo y quien le habla, estuvimos en ello todo el mes e incluso lo sacamos con los alcaldes. En todo caso no me esperaba otra cosa».
Ximena Ampuero dice haber quedado con «gusto a poco», ya que, a su juicio, hizo falta «un poco más de expresión y donde se mostró más lo general que lo particular. Me hicieron falta más datos, más interacción, y sin duda lo más importante, es que solamente se reflejó el Ejecutivo y no el trabajo mancomunado que hacemos como Gobierno Regional, que tiene que ver como Consejo Regional. Esta inversión también es parte de nosotros y fuimos invisibilizados, aunque tampoco es algo que me sorprenda. Lo importante es que beneficiamos a una enorme cantidad de personas de la región en las diferentes comunas y con eso me quedó».
Otra vez
Varias han sido las manifestaciones a lo largo de este año –y también del anterior- en que funcionarios han protestado. Ayer no fue la excepción, y por momentos se escuchaba más el resonar de la bocina y los gritos desde afuera, que lo que la gobernadora señalaba en el salón.
Beatriz Hidalgo, dirigenta de Nueva Asociación de Funcionarios, señaló que no fueron muchos «porque se amenazó a los funcionarios para que no se manifestaran, ya que mandaron un correo dando instrucciones, diciendo que no podíamos circular en el ala este del edificio donde se iba a desarrollar la cuenta pública, y en definitiva llamando a algunos funcionarios para decirles que era ilegal lo que estábamos haciendo. Sin embargo, es un derecho de manifestación legítimo que tenemos y por eso fuimos pocos, por el temor que existe».
Al final, ni la obertura de la Danza Húngara libró a la gobernadora regional de las críticas.
