Controversia en La Serena: Concejales acusan prostitución encubierta en locales del centro

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Colegiados aseguran que existen un desorden en el otorgamiento y uso de las patentes de alcoholes, y que muchas que eran solicitadas como restaurantes se habían transformado en cafés con piernas o shoperías donde se ejercería el comercio sexual.

Fue uno de los momentos más tensos del Concejo municipal de La Serena. Cuando se puso en tabla la discusión por el otorgamiento de patentes de alcoholes en el sector céntrico, el concejal Félix Velasco manifestó que había antecedentes suficientes para negarlas, debido a que estaban generando muchos problemas de seguridad, algo que había sido denunciado por los propios vecinos.
«Me parece incongruente que por un lado apoyemos a locatarios para recuperar el centro, poniendo cámaras y alarmas, y por otro lado vayamos a aprobar otro tipo de locales que son cafés con piernas, con todo lo que está en torno a eso, como la prostitución encubierta, el tráfico de drogas y otras situaciones que no nos atrevemos a decir, pero es lo que pasa», sostuvo como argumento para decirle que no a un recinto, agregando que muchas veces efectivamente se otorgaba el permiso para un restaurante con venta de alcohol y terminaba siendo un café con piernas «o prácticamente un prostíbulo».

«Queremos que se haga algo»

Consultado el concejal respecto a por qué no se hacía nada, si se tenía conocimiento, por ejemplo, que existiría prostitución encubierta, señaló que «estamos presionando para que se pueda generar una ordenanza, revisar y fiscalizar estos locales. Aquí hay que ponerse serios y ser más rigurosos, y, por otro lado, con la renovación de patentes ser más estrictos, ya que pasa casi siempre que el local incumple y después no hay ninguna consecuencia», esgrimió el concejal.

Venta de patentes

La concejala Pamela Salomé también opinó al respecto, señalando que el tema de fondo no era el que se otorgara una mayor cantidad de patentes de alcoholes, sino que «los contribuyentes muchas no ocupan la patente, sino que la venden a un tercero y el tercero solicita la instalación en otro local, y eso no lo podemos regular, el que exista una venta de patentes a terceros», dijo.

Proyectos y malas prácticas

Además, expresó que también ocurría que al otorgar una patente se presentaba un proyecto que convencía a los concejales, siendo un lugar que contribuiría al turismo, pero en la práctica se daban cuenta que era otra cosa.
«Después se convierten en cafés, shoperías. Entonces ahí falta un poco más de fiscalización por parte del municipio, para ver cómo se utiliza la patente, porque la patente de restaurante con venta de alcohol no te da para vender cerveza sola, no te da para tener música en vivo, entonces el contribuyente tiende a confundirse».

Cuando el río suena…

Salomé precisó que no tenía los antecedentes en la mano, pero que «cuando el río suena es porque piedras trae, y existen contribuyentes que tienen patentes de alcoholes con locales establecidos y arriendan el local con patente de alcohol a terceros. Y se da mucho que posiblemente exista otro tipo de servicios, como los prostíbulos encubiertos, así que vamos a ver de qué manera vamos a ordenar esto en el municipio. Necesitamos una ordenanza que prohíba el arrendamiento de patentes de alcoholes», finalizó.

Rechazando

Daniela Molina, también integrante del cuerpo colegiado, sostuvo que en el último tiempo se están rechazando las patentes de alcoholes, «muchas veces los locales se disfrazan de restaurantes establecidos con una orientación familiar para obtener las patentes, pero terminan no siendo eso, así que en lo particular y en lo personal, me parece que las patentes en el centro son suficientes y no debería haber más».
La concejala indicó que lo necesario era que los locales establecidos se regularan, que se fiscalizaran, y los que no estuviesen haciendo bien el trabajo fueran clausurados.

Prostitución

Respecto a la supuesta prostitución encubierta, Molina manifestó que tenía conocimiento fehaciente de que sí existía prostitución en locales del centro, pues ella ingresó a uno y lo comprobó.
«Entré a un local y vi a chicas sentadas en las piernas de hombres que estaban bebiendo, y me pude entrevistar con una de ellas muy joven, me aseguró que era mayor de edad pero yo lo dudo. Pero esa patente fue aprobada, entonces hay una dicotomía entre lo que se dice y lo que se hace, y además lo que pasa en tiempos de elecciones, donde todos empiezan a darle valor a situaciones a las que antes no daban importancia», cerró.
Finalmente, dijo que sentía una profunda desconfianza de los criterios que se utilizan para otorgar patentes. «No sé si los criterios que se usan tienen que ver con amiguismos o con algún tipo de negociado interno que a mí me parece bastante sospechoso. Porque cuando tú tienes en frente una irregularidad, tu deber es rechazar o abstenerte», expresó.

«Ingresé a un local y vi a chicas sentadas en las piernas de hombres que estaban bebiendo, y me pude entrevistar con una de ellas muy joven, me aseguró que era mayor de edad, pero yo lo dudo. Pero esa patente fue aprobada entonces hay una dicotomía entre lo que se dice y lo que se hace».
Daniela Molina Concejal

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