Por su parte, el delegado presidencial, Ignacio Pinto, lamentó los hechos ocurridos tras las manifestaciones en la conurbación, incluso con la quema de un auto en el centro de La Serena, además del ataque al cuartel de la PDI de «algunos descolgados» y 19 detenidos a nivel regional.
La crisis social comenzó el 15 de octubre de 2019, con evasiones en el Metro de Santiago. Con los días, manifestaciones en todo el país. Como fecha conmemorativa, el 18 de octubre. En la región, en La Serena y Coquimbo, también el día 20, fecha en que mataron a Romario Veloz y Kevin Gómez.
Tras los hechos de este lunes, donde se logró la detención de 19 personas en toda la región, algunos con armas de fuego y elementos de pirotecnia, el delegado presidencial, Ignacio Pinto, condenó lo ocurrido y dijo que fue «una jornada tremendamente dolorosa al ver el grado de violencia que se alcanzó en las manifestaciones, que nos avergüenza».
En La Serena, en la esquina de Eduardo de La Barra y Balmaceda, quemaron un auto una vez finalizada la multitudinaria marcha.
«No es llegar y comprarse un vehículo. No es como para la gente que tiene monedas. Uno no tiene dinero para llegar y comprarse uno. Lo queman todo como si nada, sin saber de quién cresta es», dijo el dueño del automóvil muy afectado a T13.
«Si quieren conmemorar algo, no tienen por qué hacer destrozos a la gente. Háganle destrozos a los hueones grandes y no a los chicos», agregó.
Cuartel de la PDI
El saqueo a la Caja de Compensación Los Héroes fue otra situación que lamentó la autoridad, «toda vez que hoy (ayer) se debían pagar a más de 400 adultos mayores su pensión, y no lo hicieron porque un grupo de desalmados dañó esas dependencias. Eso es inaceptable para nosotros como Gobierno, y junto a las policías vamos a seguir condenando la violencia».
Sin embargo, lo que más preocupa «es la complicidad con que actúan algunas personas frente a la violencia. Cuando uno ve que se está incendiando un auto y hay un grupo de personas que está celebrando, no se puede hablar de hechos aislados. Tampoco podemos permitir que existan personas en el mundo político que sigan intentando hacernos creer que quienes actúan de esta manera están haciendo reivindicaciones sociales».
Cuando la marcha avanzaba por Balmaceda hasta llegar a Bomberos, frente al cuartel de la PDI, a eso de las 19:40 horas, un grupo de descolgados comenzó a lanzar cosas y la policía reaccionó inmediatamente, «todo dentro de los protocolos, pues se logró disuadir a las personas que estaban haciendo daño», afirmó el delegado presidencial.
Mientras que el prefecto inspector Ricardo Gatica explicó que «al final de la columna se descolgó un grupo de individuos que comenzó un ataque sin ningún motivo, y en el resguardo de la protección se tuvo que actuar con el armamento antidisturbios, usando balines de goma».
No hay paz
Para la oposición, el 18 de octubre es un momento en que los chilenos se tomaron las calles alzando la voz por diversas demandas sociales. Para el oficialismo y la UDI, «un sentimiento de recogimiento y en algunos casos de ira y dolor», señaló el actual presidente nacional de las Nuevas Generaciones de la UDI, el porteño Gonzalo Pinochet.
Esta fecha para muchas personas ha significado un triunfo político, «donde se validó la violencia como método de acción política, algo que es totalmente destructivo y dañino para una democracia, y eso es precisamente lo que, además, tiene consecuencias en lo público, pues al ver lo que pasó el 18-0 algunos políticos hicieron un acuerdo para tratar de buscar una salida institucional al caos que se generó con un acuerdo por la paz y la nueva Constitución», agregó.
Para Pinochet «un acuerdo que se vulneró en la práctica, puesto que la paz nunca llegó, el gobierno tampoco fue capaz de seguir ordenando el país y la nueva Constitución ya hemos visto como en los últimos meses la convención constitucional la ha vulnerado en su funcionamiento, así que es difícil poder sacar algo positivo de ello».
Días de temor y rabia
Entre Santiago y la región por su nuevo cargo al interior del gremialismo, Pinochet reconoce que «es terrible oír a las personas que viven cerca de la zona cero en la Avenida Francisco de Aguirre en La Serena o la Avenida El Llano, en Coquimbo, decir que se les aprieta la guata porque se acerca esta fecha».
Cree que es lamentable todo lo ocurrido, «pero también implica un desafío para nuestro sector político, porque no debemos tener miedo de defender nuestras ideas y jamás miedo de defender la libertad, porque sabemos que el estallido delictual de octubre de 2019 no fue mera reacción espontánea de la gente: no se quema el Lider de Coquimbo por una reacción espontánea de la gente, no se queman más de 50 estaciones de Metro en Santiago por una reacción espontánea de la gente. Acá lo que se buscó fue el caos para poder lograr lo que la izquierda no ha podido en las urnas, que es bajar la Constitución, que es el límite al poder político más importante que tenemos».