El Bato a un 50% de su capacidad. Embalses promedian un 31% de reserva El doble desde el inicio del otoño

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A pocos días de comenzar el verano, periodo en donde aumenta el deshielo de la nieve en la cordillera, los embalses de la región promedian un 31% de reservas de agua, posicionándose como un escenario más favorable a lo que estaban al inicio del otoño, cuando apenas tenían un 14%. En cifras, La Laguna actualmente tiene un 59% y el Bato un 52%, este último mostrando una notable recuperación durante el año, cuando llegó a tener un 5%.

Si bien, la extrema sequía que afecta a la región de Coquimbo dio un pequeño respiro durante la temporada de otoño e invierno, los efectos de la falta de agua siguen presentes en la zona. Sin ir más lejos, este fenómeno fue la causa del por qué los crianceros no pudieron hacer las tradicionales veranadas en suelos argentinos.

Tras este «respiro», de acuerdo a datos proporcionados por la Dirección General de Aguas (DGA), la cantidad de agua contenida en los embalses de la región fluctúan entre 16% y 59%.

En detalle, La Laguna tiene 22,5 millones de metros cúbicos que equivalen a un 59% de su capacidad, mientras que el Puclaro tiene contenido 42,7 millones de litros cúbicos, que representa un 20% del total.

En Limarí, el embalse Recoleta, con 18 millones de litros tiene un 21% de reservas, La Paloma, el más grande de la región, tiene actualmente 119,5 millones de litros, que equivale un 21%, y Cogotí tiene 26,7 millones de litros, que corresponde a un 17%, que si bien es un valor bajo, antes del inicio del otoño no tenía agua.

En Choapa la situación muestra una notable mejoría, en donde Corrales cuenta con un 52% y El Bato con un 48%, salvo el embalse Culimo, que tiene un 16%. Así, el promedio regional llega al 31% de reserva de agua, dando un respiro si se compara con el 15% que había antes de la temporada fría.

Bajos niveles
De nieve en la
cordillera

El gerente regional de Aguas del Valle, Andrés Nazer, dio a conocer un nuevo reporte hídrico en la zona, que da cuenta de una baja en los índices de nieve acumulada, con un déficit del 95,5% en la estación Vega Negra, en la cordillera de la Provincia de Limarí.
«La temporada de deshielos permitió una leve mejora en los niveles de los embalses, sin embargo, solo suman el 20% de la capacidad de acumulación de la región. Junto con ello, la acumulación de nieve en la cordillera se encuentra en niveles mínimos: el promedio anual histórico es de 381 mm para esta fecha, y hoy sólo contamos con 17 mm acumulados. Esto muestra, una vez más, que la sequía sigue presente y que las reservas que tenemos para los próximos meses son muy bajas», sostiene el ejecutivo.

La sanitaria sigue desplegando proyectos, acuerdos e inversiones para enfrentar este escenario, donde el uso eficiente del recurso por parte de todos los actores es fundamental.
El nuevo reporte hídrico de Aguas del Valle indica que las precipitaciones en La Serena (+5,4% y 87,3 mm acumulados) y en Combarbalá (+35,6% y 233,2 mm acumulados) se encuentran con superávit para la fecha; en tanto la comuna de Illapel sigue presentando un déficit del 25%, con 109,5 mm.

Por su parte, desde el Ceaza, para el trimestre noviembre, diciembre y enero de 2023, en el contexto del desarrollo de la temporada seca, pronostican precipitaciones dentro del rango normal para la época del año en toda la región.

Tal pronóstico, sumado a los actuales niveles de caudal, sugiere que el sistema hidrológico continuaría mostrando un comportamiento bajo lo normal en las tres provincias de la región, situación que persistiría hasta otoño del próximo año.

Para el mismo trimestre se pronostica que, respecto a esta época del año, las temperaturas promedio en la región de Coquimbo estén bajo el rango normal a lo largo de la costa y en el rango normal hacia el interior, lo que implicaría el comienzo de la temporada de olas de calor con el aumento de la insolación, así como una baja probabilidad de ocurrencia de heladas.

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