En la conmemoración del día de la mujer, en La Serena y en Coquimbo, hubo el colorido de siempre con hermosas pancartas. En el puerto caminaron por el corazón neurálgico en completo orden. De hecho, se tomaron la Ruta 5. Mientras que las manifestantes de la capital regional se dieron cita en la Plaza Buenos Aires, para luego caminar por diferentes arterias del centro de la ciudad. Reclamaron porque, dicen, todavía vivimos en una sociedad patriarcal, la que muchas veces se expresa en la violencia.
A eso de las 18.00 horas comenzaron a llegar las primeras muchachas para conmemorar el 8M. Todo era color y armonía, eso sí, con la seriedad que ameritan las exigencias de las mujeres que se congregaron para seguir transformando la sociedad con modificaciones culturales profundas que están pendientes, pero que las nuevas generaciones parecen estar tomándoles el peso. No por nada, de hecho, el Gobierno del actual Presidente Gabriel Boric se ha autodenominado como «feminista».
«No estamos todas»
Fueron alrededor de 500 las mujeres que marcharon por las calles, partiendo pasadas las 19.00 horas, cuando llegó una cantidad considerable al punto de encuentro. Desde ahí caminaron expresando consignas alusivas a la reivindicación de sus derechos, todo en completo orden y sin violencia.
Diario La Región estuvo en la manifestación y conversó con las participantes, quienes año a año se reúnen para conmemorar esta emblemática fecha, y les consultamos cuáles son las principales motivaciones que en la actualidad tienen para marchar.
Una de las manifestantes era Aranza Aracena, de 17 años. Esta es la segunda vez que participa en una marcha por la conmemoración del 8M y continuará haciéndolo durante toda la vida, ya que considera que, pese a la lucha que se ha dado durante tantos años, y que ha tomado más fuerza en los últimos, seguimos regidos por un sistema patriarcal y continúan existiendo reivindicaciones sociales que están pendientes. «Todas estamos acá por lo mismo, necesitamos ir contra el sistema, que aún es patriarcal, que aún es androcentrista, y es más que nada eso. Solamente quiero el bienestar de todas y cada una de las que estamos acá», indicó la joven.
En términos de lo que todavía nos falta, en un sentido práctico, pone el acento en que, por ejemplo, el acceso al mundo laboral para los hombres es mucho más fácil.
Andar sin miedo
Francisca Canihuante, de 25 años, manifestó que es fundamental avanzar en términos de equidad, ya que «hay muchas cosas que siguen siendo injustas al día de hoy. Que una mujer gane menos sólo por el hecho de ser mujer, que a veces no te consideren y, fundamentalmente, poder andar sin miedo. Todavía no podemos caminar por la calle solas por miedo a que nos pase algo», expresó Francisca.