Con 30 años de servicio, asumió la responsabilidad de liderar a los carabineros de la región de Coquimbo durante un mes, en pleno verano y con el desafío de aumentar la sensación de seguridad en una de las zonas más turísticas del país. Junto a Diario La Región habló de su experiencia y su carrera, siendo hoy una de las seis mujeres que componen el Alto Mando.
Es oriunda de Antofagasta, ciudad en la cual vivió su niñez y adolescencia, pero que dejó para ingresar a Carabineros de Chile. Desde ahí, siente que ha recogido un poco de la esencia de cada lugar en los que ha tenido la oportunidad de desarrollar su carrera, incluso aquí en Coquimbo, donde hoy terminará su periodo de subrogancia.
Para la general Claudia Carrasco, jefa suplente Zona Coquimbo, «es un importante desafío y una señal de confianza, ya que el General Director me entregó la responsabilidad de liderar a los carabineros de una zona altamente demandada en periodo de verano. Ha sido un agrado encontrar un equipo como el que existe en esta región, con el compromiso de cada carabinero, desde el retén fronterizo más alejado, como lo es Juntas del Toro, a aquellos que todos los días salen a la calle con una sonrisa y la vocación de entregar seguridad».
Ascendió a general a finales del año pasado y también se desempeña como jefa de la Zona de Seguridad Privada, Control de Armas y Explosivos y Coordinación con Municipalidades.
«Esto tiene que ver, por ejemplo, con todo el trabajo del OS14, un convenio que el año pasado fue suscrito por el 100% de los municipios en esta región, y que refleja precisamente que hoy los alcaldes están viendo la seguridad como una inversión para sus respectivas comunas. Desde esa vereda, por cierto, que mantenía relación con la región de Coquimbo, pero esta es mi primera vez en una subrogancia de zona y ha sido bastante positivo», cuenta.
Reconoce que cuando está en regiones tiene la oportunidad no solo de ver más de cerca distintas áreas de trabajo, sino también vincularse más con la comunidad y conocer las variadas realidades generadas por la geografía.
Además, ha tenido el privilegio de poder estar acompañada por su familia, «que es mi motor principal, y eso ha sido un apoyo importante, porque finalmente esta es una de las regiones más visitadas durante el verano, y eso para nosotros supone una carga de trabajo importante, entendiendo que debemos reforzar nuestra presencia sin dejar de entregarle a quienes viven aquí la seguridad diaria.
Explica que hace años que Carabineros está materializando una política de inclusión e igualdad de oportunidades, y en ese sentido han sido pioneros en materia de género. De hecho, sostiene que es la tercera general que viene a subrogar la Zona. En 2021 estuvo la general Berta Robles -hoy en retiro- y en 2022 la general Marcela González Casas-Cordero, que hoy está a cargo de la Zona de Tránsito y Carreteras.
¿Se rompe el paradigma de que solo hombres ocupan los cargos más altos?
«Ese es un paradigma que hace rato desapareció en Carabineros. Las mujeres somos parte de la institución desde hace 62 años. Trabajé durante 15 años en diferentes áreas de la especialidad de Drogas y Estupefacientes, y tuve el honor de convertirme en la primera mujer Jefa de Sección en la región de Aysén. Fui directora de la Escuela de Formación, donde tuve la responsabilidad de guiar a casi dos mil jóvenes que aspiraban a convertirse en el Carabinero del Centenario, marcando hitos como el egreso de la primera promoción formada en dos años. Soy una de las seis mujeres generales que conforman el Alto Mando, y cuando le hablo de que ese paradigma desapareció hace rato, es cosa de ver el escenario regional, donde tenemos a la suboficial Karla Alvarado como la primera jefa de Retén en El Molle; la teniente María Paz Valdés a cargo de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos; y la subteniente Belén Rodríguez liderando la Tenencia Coquimbo Oriente».
¿Es un paso importante en el pleno reconocimiento de las igualdades y las equidades de género?
«Por supuesto que sí. Hoy podemos ver a las carabineras como motoristas, entrevistadoras, analistas, operadoras y especialistas, solo por nombrar algunas funciones. Pero, sobre todo, la señal más clara de igualdad de oportunidades vino desde nuestros planteles educacionales, muchos de los cuales marcaron un hito al convertirse en establecimientos mixtos el año pasado. Es el caso del Grupo Ovalle, donde por primera vez tenemos mujeres preparándose para ser carabineras».
¿Alguna vez sintió que existía el machismo al interior de la institución?
«Si hubiese sentido eso, no habría postulado en primera instancia ni tampoco estaría aquí ahora. Yo creo que Carabineros es una institución que ha demostrado su capacidad de adaptarse a los requerimientos de una sociedad en constante evolución, y en ese sentido, también hemos podido hacer una lectura correcta e incluso adelantada de los distintos momentos».
¿Cuál diría que es su sello característico?
«Diría que soy de trabajar en equipo. De trabajar con las personas, de escuchar, dialogar, motivando e inspirando confianza. Eso es algo que he podido practicar en mis destinaciones, en especial en OS7 y en la Escuela de Formación, donde tuve la oportunidad de liderar con grandes equipos de trabajo y con importantes desafíos institucionales».
