Hospital de Coquimbo reconvierte camas para ampliar su capacidad

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– Las camas UCI, aquellas con ventilación invasiva, pasaron de 8 a 20 y las UTI aumentaron de 12 a 28, llegando a un total de 48.

– «Estas medidas comprometen una fuerte inversión de equipos médicos, humanos e infraestructura», apuntó Germán López, director del establecimiento.

La crisis sanitaria por la pandemia afecta por igual a países desarrollados. Lo vivieron Italia y España hace algunas semanas y ahora es el turno de Chile, especialmente de Santiago, donde algunos centros médicos están al borde del colapso por el Covid-19 y ya se habla del traslado de pacientes a otras localidades para que ningún hospital supere el 80% de ocupación.
Por lo mismo, en la región no quieren ni esperan vivir una situación similar, como la que ocurrió en el Hospital San José, incluso con la muerte de un paciente que aguardaba un soporte ventilatorio.

Entonces, adaptar los espacios, reforzar equipos humanos, capacitar al personal y adquirir nuevo equipamiento e infraestructura han sido parte de las gestiones realizadas en el Hospital San Pablo de Coquimbo para preparar al recinto frente a esta pandemia, que este jueves sumó 12 nuevos casos alcanzando un total de 165 personas contagiadas en la región.
Entre las medidas que destaca el recinto, que justamente tiene a dos personas hospitalizadas, se encuentra la transformación de camas, aumentando la complejidad de la atención en caso de ser requerido.

Así lo indicó la doctora Ana Farías, subdirectora de Gestión Clínica Atención Cerrada, quien afirma que «desde los primeros días de marzo hemos trasformado y despoblado camas, aumentando el número de camas UCI, es decir aquellas equipadas con ventilación invasiva, y este aumento significó pasar de 8 a 20».

A disposición

Al mismo tiempo, la facultativa sostuvo que «las camas UTI, que son de características críticas, pero cuentan con apoyo ventilatorio no invasivo, aumentaron de 12 a 28, y de esta manera se llegó a un total de 48 camas críticas distribuidas en diferentes puntos del establecimiento», puntualizó.

Conjuntamente a lo indicado por la subdirectora, se reasignaron y reacondicionaron los espacios y equipos para poder recibir este aumento de pacientes de mayor complejidad, como lo explica el doctor Héctor Ugarte, jefe de la Unidad de Paciente Critico Adulto (UPC Adultos), puesto que en su servicio clínico «se realizó una separación estructural en las salas, lo que permitió aislar pacientes con todas las normas de seguridad, implicando una disminución de riesgos entre pacientes con indicación de aislamiento, como es el caso de aquellos positivos de Covid-19».

En general, y una de las cosas que destacan desde el hospital San Pablo, es que ha engrosado su dotación, incorporando a cerca de 400 funcionarios del ámbito clínico y administrativo. Y este incremento también se ha evidenciado en la UPC Adultos.
Estas incorporaciones han permitido, según precisa Ugarte, «disponer por turno de 1 enfermera/o y TENS cada 3 pacientes, y 3 kinesiólogos para las 20 camas, lo cual es un número bastante adecuado».

Sin embargo, y como bien dice Germán López, director del establecimiento, hoy es la pandemia del coronavirus y mañana puede ser otra, por lo mismo que «estas medidas comprometen una fuerte inversión de equipos médicos, humanos e infraestructura que quedarán a disposición del hospital y en beneficio de nuestros usuarios, más allá de la incidencia del coronavirus».

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