Incendio de persa Las Cenizas y el drama de quienes perdieron todo

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Locatarios con años de trabajo sufrieron de cerca el siniestro que arrasó con 25 locales. «Ha sido bien difícil todo, pues no sólo nos afectó el estallido social y luego la pandemia, sino que también el comercio ambulante… Todo eso nos afectó…», señalaron.

Parecía que el 2020 no podía ser peor para el comercio. Al estallido social, que viene desde 2019, se sumó la pandemia, que trajo la crisis económica más larga del mundo y que harto han sentido en La Serena.

Sin embargo, la noche del lunes descubrieron que las cosas podían ponerse aún más difíciles, con el incendio que afectó a 25 locales del centro comercial Las Cenizas, de calle O’Higgins.
Todo mal para estos locatarios, que ayer por la mañana se dieron el ánimo para limpiar y recoger lo poco y bueno que dejó el voraz incendio. «El dolor y la impotencia de lo que nos pasó son terribles. Nos quedamos en la calle. No sabemos adónde vamos a ir a parar», lamentó uno de ellos, mientras barría y no daba crédito a lo sucedido.

Tiempos complejos

Las temibles llamaradas arrasaron por completo y con todo lo que encontraron en su interior, dejando a muchos prácticamente en la calle. A Fabián Ibacache, con 12 años en ese lugar. Su local es el 33 «y la pérdida fue total», cuenta resignado, aunque también con tristeza e indignación.

En su interior, todos se muestran visiblemente preocupados. Para muchos de ellos, sus vidas casi se fueron entre las llamas.

«En el caso nuestro perdimos todo. ¿Cómo nos paramos? La verdad es que ha sido bien difícil todo, pues no sólo nos afectó el estallido social y luego la pandemia, sino que también el comercio ambulante. Todo eso nos afectó en las ventas, y han sido tiempos complejos, pero hay que tratar de ver alguna forma para volver a levantarnos», advierte.

¿Qué realmente fue lo que ocurrió la noche de este lunes? Es la pregunta que se hacen todos en el persa Las Cenizas. Para Fabián, que además es dirigente, «según lo que nos dijo el cuidador, el nochero, un cuerpo de fuego cayó en un local y todo fue en cosa de minutos».
Agregó que «el guardia nos contó que vio caer ese objeto que venía desde el Santa Isabel, pero también tuvo que haber caído más brasas y cosas para provocar el incendio. En el persa Modelo, que está al lado, hay otros locatarios que nos dijeron que el incendio había comenzado primero en el Santa Isabel, y que luego se trasladó hasta los locales nuestros, lo que tendría mucho sentido, porque al final del recinto hay una pared enorme que cumple la tarea de cortafuegos, entonces si el persa se hubiese incendiado es muy difícil que las llamas hubieran llegado al supermercado, así que es más probable que el siniestro se hubiera iniciado en el Santa Isabel y se propagara hasta nuestros locales», apuntó.

Ayer tuvieron una reunión con el alcalde Roberto Jacob, quien según cuenta el dirigente, «nos prometió cierta ayuda para parar la olla por ahora y ver la posibilidad de postular a algún proyecto Fosis y levantar esto lo antes posible, aunque sabemos que no será tan fácil, pues al persa deben ingresar máquinas para limpiar todo y debemos ponernos de acuerdo con los dueños de la feria para ver si nos conviene levantar los locales o quizás irnos, por lo tanto no sabemos en estos momentos qué intención tendrá el dueño».

Con la ropa mojada

Para Angélica, el persa es su vida. Son 25 años trabajando. Ayer limpiaba afuera de su local, que por fortuna no sufrió daños. «Como ve mi puesto está sin nada, solamente con la ropa mojada por el agua que lanzó bomberos…».

Sí, la señora Angélica corrió mejor suerte que muchos locatarios y lo agradece. «Gracias a Dios no perdí nada, ya que el incendio llegó hasta unos metros de donde está mi local. ¿Sabe qué? Hace uno años se estaba quemando el persa y no va a creer que el siniestro llegó hasta el mismo local, aunque en ese tiempo estaba con otro arrendatario, y ahora pasó lo mismo. No sé, pero Dios me protege».

Incredulidad fue una de las sensaciones que afloraron en la señora Angélica al contemplar, desde su casa, las postales del persa ardiendo en llamas. Por la redes sociales y también por la televisión.

«Estaba en mi casa viendo la televisión, red Coquimbo, cuando avisan lo del incendio, así que llamamos a la comisaría, pero nos avisaron que no podíamos salir porque había toque de queda. Por lo tanto me quedé en mi casa, esperando, y mi hijo, que sí pudo salir, y estuvo más rato…».

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