Los puntos del acuerdo que ponen fin al paro de los recolectores de basura

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Sin embargo, advierten que si a fin de mes no está lo esperado en la negociación de este martes, «nuevamente nos vamos a movilizar porque no están cumpliendo con lo prometido», dijo Germán Herrera, representante del gremio.

Germán Herrera (35) lleva tres años en La Serena, comuna a la que llegó buscando mejores opciones de trabajo.

Intentó por todos lados en aire acondicionado, ocupación que tenía en Santiago, pero al no conseguir «me metí a la recolección», dice.

Desde entonces es peoneta, y si bien le encanta correr por las calles, viajar colgado, sentir el viento en la cara y el buen trato de los vecinos, las malas condiciones de trabajo, «y que ni siquiera se respetan las condiciones mínimas», lo llevaron a formar parte de la directiva del sindicato de trabajadores de la empresa Starco S.A.

Este lunes decidieron paralizar sus funciones por algunas horas y este martes llegaron a buen puerto con la empresa, «pero si llegamos a pagarnos el día 5 de febrero y no está depositada esa plata, nuevamente nos vamos a movilizar, porque no están cumpliendo con lo que están prometiendo», cuenta Herrera.

Quedan botados

Paralizar sus funciones en La Serena no fue porque sí. Para Herrera es una situación que se viene arrastrando hace años, «pues llegamos a trabajar en camiones que están malos, con la revisión técnica vencida, camiones que dan de baja en Santiago y que mandan para acá. El otro tema es la explotación de los trabajadores, ya que entramos a las 7 de la mañana y salimos cerca de las 22 horas, sin colaciones ni horas extras, que dicen que las pagan, pero no es así…».

A eso suma el tema de la movilización, «pues quien no tiene la suerte de tener auto, queda botado por ahí y debe pagar locomoción, a veces Uber, con plata de su bolsillo, del sueldo miserable que nos pagan», se lamenta.

Advierte que los sindicatos anteriores «eran proempresa» y que no peleaban por los trabajadores, «sino por sus bolsillos». Que negociaron «a espaldas de los trabajadores y las condiciones fueron las mismas».

Por lo mismo, detalla que ahora llegó un sindicato nuevo -al cual pertenece- «y ya presentamos un proyecto, comenzamos a reunir gente y no todos te creen, pero con hechos se han dado cuenta, y tenemos hoy el 80% de los trabajadores inscritos, puesto que somos 70 trabajadores en La Serena y 80 en Coquimbo, que es Demarco, pero del mismo holding».

Unas monedas…

Para este dirigente, el recolector se ha enfrentado a un momento histórico por culpa del coronavirus, entendiendo que «siempre tuvimos presente que hacemos un trabajo esencial».

Asegura que la empresa les entrega mascarillas, alcohogel y que dejaron a la gente mayor en cuarentena, «pero nunca nos dieron el incentivo de un bono, y nosotros somos de la primera línea, toda vez que sacamos de hospitales, casas. La queja es que ellos -la empresa- nunca les dijo a los contribuyentes que en los hogares donde había personas con el virus dejaran una cinta, por dar un ejemplo, ¿te fijas?».

Respecto al bono del millón de pesos, estipulado en la ley del año 2013, «es dividido en 12 meses y además imponible. De esta manera nos llega a la liquidación de fin de mes un bono de 89 mil pesos, que se suma a los 350 mil que es el sueldo base, ¡y eso es lo que ganamos!».

La queja es que «con ese dinero debemos costearnos todos los gastos en nuestros hogares, amén de la locomoción. Imagínate que tenemos compañeros que viven en Las Compañías y deben trasladarse hasta El Milagro y tomar dos colectivos…».

Las monedas que se hacen por fuera es gracias a la misma gente, «que nos va haciendo una plata diaria, y eso nos sirve para poder comer durante el día, puesto que las colaciones no llegan. De parte de la empresa nunca hemos visto un beneficio, al contrario, tenemos puras pérdidas, visto que te sacan los peonetas, que son los viejitos a quienes mandaron a cuarentena, pero quedaron camiones trabajando con dos, entonces en vez de ser beneficiario por sacarte la mugre, te sacan a un compañero y debes hacer más trabajo y por el mismo sueldo».

Si bien explica que el paro fue solamente por el día lunes, los trabajadores «están disconformes».

Los importante es que «hoy (ayer) llegamos a buen acuerdo con la empresa y accedieron a pagarnos un bono de sobrecarga de 120 mil pesos, las horas extras retroactivas (de diciembre a septiembre) y en caso de que estemos trabajando dos peonetas y no tres, que es lo que corresponde, nos darán un bono, toda vez que según el contrato que tiene la empresa con la municipalidad, son tres peonetas por camión. Es decir que esos dineros, todo lo que se acordó en la reunión, debería salir en la liquidación del 5 de febrero, de lo contrario volveríamos a paralizar».

En cuanto a los camiones, 17 para la comuna, «el plazo se lo puso la empresa y en diez días deberían arreglarlos y con caja nueva, pues las cajas son reacondicionadas, ya que para ahorrarse dinero solamente las pintan y las mandan a terreno».

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