Marcelo Pereira « A corazón abierto»…El médico alcalde se extiende en temas de la contingencia

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El edil porteño hoy se ríe de la talla que el Presidente Piñera le lanzó sobre su peso. Tras una operación ha bajado 35 kilos y eso le ha servido para poder soportar el agitado ritmo que el cargo le exige. El líder comunal conversó con La Región y dijo que «la cantidad de peso que he perdido es harta y eso me ha dado una energía tremenda para hacer mucho terreno…»

Durante su visita para informar del Plan de Desarrollo, en un discurso en el mirador de San Juan, Piñera mandó a hacer bicicleta al edil porteño por sus kilos de más. Hubo risas de los presentes. También del propio alcalde.

Fue en el mes de enero, días antes del terremoto y cuando Marcelo Pereira pesaba «ni sé cuánto. Pero sí sé que engordé 50 kilos en dos años, porque cuando enfrentas circunstancias de estrés puedes bajar o subir. Me costaba ir a actividades, llegaba con mucho dolor en las piernas, espalda, así que ahora estoy con más energía y la gente ya está empezando a escuchar al Pereira 2.0», cuenta entre risas.

Hoy dice estar en otra. Y todo después de la operación para reducir su estómago, que hasta el momento le ha hecho bajar más de 35 kilos.

«La cantidad de peso que he perdido es harta y eso me ha dado una energía tremenda para hacer mucho terreno. También de estar con la gente, conversar, participar con ellos y resolver sus problemas, así que estoy feliz. Ahora el Presidente Piñera me dirá: ‘alcalde, increíble cómo ha bajado de peso,’ y yo le diré: ‘seguí su consejo…’. Pero en realidad uno lo tiene que hacer por su salud, y como médico sabía que debía hacer algo…».

Golpe de timón

Hoy más locuaz, Pereira reconoce que está dedicado a los muchos proyectos que se vienen, así que «estoy concentrado en hacer mi pega». Pero también en solucionar los inconvenientes. Dar un golpe de timón. Como ocurrió hace algunos días en la Cruz del Tercer Milenio, cuando dejó a una sola persona en el cargo como administrador.

«Creo que este golpe de timón era necesario. Vengo con mucha energía después de haberme sometido a una operación gástrica y en el periodo que estuve con el postoperatorio tuve tiempo para pensar en muchas cosas. Cuando me entero -el viernes- por Mauricio Gálvez, que la fundación había puesto una denuncia por abuso de índole sexual, dije que había que dar un golpe de timón. Lo que la gente espera y lo que nosotros hemos hecho, es demostrar la transparencia con la que hemos actuado. Entonces se nombró un fiscal de manera inmediata, un sumario administrativo, y se determinó el alejamiento de sus funciones a la persona comprometida, y posteriormente nos hicimos parte de esta denuncia en la policía y fiscalía».

¿Fue ahí que optó por Héctor Pizarro para que tomara las riendas de la administración?
«Claro. Es que cuando comenzó el tema de una dualidad, de que no se ponían de acuerdo, decidimos dar el golpe y dejamos a una persona a cargo, que tuviera todas las atribuciones para hacer lo que estime conveniente. En ese contexto se conversó con Mauricio Gálvez y tomé la decisión de reubicarlo, y eso se hizo como corresponde, y se empoderó a Héctor Pizarro, para que vaya con toda la voluntad y el respaldo de mi parte, y lidere este rol fiscalizador, que sea el único encargado de la Cruz del Tercer Milenio».

¿Qué papel cumple Ramón Bravo en la Cruz el Tercer Milenio?
«La Cruz está a cargo del municipio, pero también participamos junto a una fundación, y el padre Ramón Bravo fue en su momento parte de esta fundación, aunque ahora aparte de ser un colaborador, el sigue desde Roma impulsando proyectos para la Cruz. Pero es una persona que contribuyó a la Cruz y sigue colaborando».

¿Usted sabía que tiene prohibido ejercer el sacerdocio, decir misa en nuestra arquidiócesis?
«Te soy honesto, no tenía ese antecedente. Sé que fue colaborador, pero más información no tengo. Hoy se encuentra en Roma, es sacerdote, y en ese contexto las veces que ha venido lo hemos recibido con buenas propuestas para la Cruz, pero más contacto que ese no he tenido. La verdad es que no tenía idea…».

Ramón Bravo Ardiles es andacollino. Antes de fijar domicilio en Italia, trabajó en diversos cargos en el municipio y en La Cruz. En una campaña política apoyó a Joaquín Lavín.
Quiso ser sacerdote pero el arzobispo Manuel Donoso no le dio patrocinio. Nunca se ha sabido por qué. En cambio sí tuvo apoyo de monseñor Piñera y del cardenal Medina, aunque para estudiar debió trasladarse a Brasil. Los curas estudian entre cinco y siete años antes de ser ordenados. Bravo solo dos. Es una especie de corresponsal para captar recursos para La Cruz. Así lo presentan.

Volviendo a Pereira, se sorprende también cuando alguien dice que en su comuna no se hace nada. Y le molesta aún más cuando hablan de un municipio en crisis, desordenado, que está aumentando la deuda, que está haciendo mal uso de los recursos. Pero sabe que debe lidiar con ello. Porque cuando asumió sabía a lo que se enfrentaría. Aunque reconoce que «en política todos pueden opinar, yo estoy dedicado a trabajar, a construir una mejor comuna para mi gente y no me detengo en pequeñeces. Hay que averiguar bien lo que el municipio está haciendo…».

¿Y qué cosas está haciendo en el municipio, alcalde?
«Como municipio tenemos firmado con la contraloría cuatro convenios y de esos cuatro existe uno que te lo voy a explicar. Si quiero hacer una obra, un polideportivo por ejemplo, con platas municipales, primero se hacen las bases y eso lo ve contraloría, tomándose un mes para revisar aquellas bases, y si no les parece, lo devuelven y tenemos que arreglarlas. O sea, que ese famoso encaje a la medida del que habla la gente, en esta gestión no existe. Si la contraloría no aprueba las bases, nosotros no podemos subir una licitación».

¿Y como lidia con aquellos que hablan y que ya trabajan en lograr acuerdos para que la DC deje de gobernar Coquimbo?
«Es muy fácil hablar, pero quiero invitar a que vayan y vean cómo está la oficina de gestión exclusiva, por ejemplo, y que vean como está la delegación rural. Tenemos un equipo que ha ganado proyectos. La misma dirección que creamos de medio ambiente tiene hasta una persona con un doctorado para poder utilizar y profesionalizar la gestión. Te quiero ser muy honesto, todos tienen que entregar su opinión, pero hemos demostrado y yo me encargado, de que este municipio sea transparente. Es feo que lo diga, pero en el municipio no soy alcalde por un tema de plata. Si fuera una persona codiciosa me hubiese quedado como médico, pero tomé este desafío porque hay muchos proyectos que hemos ganado, y no se está hablando de lo importante, de las cosas buenas que hemos hecho».

¿Cómo lo harán para que las personas aprendan a usar los desfibriladores externos automáticos (DEA) que se instalarán en distintos puntos de la comuna?
«Son muy amigables, así que no habrá problemas para que aprendan a utilizarlos. Este jueves pusimos el segundo en el Parque Urbano, y antes habíamos puesto uno en Guanaqueros… Estamos construyendo dos skatepark e inaugurando cuatro consultorios. Tenemos operativos médicos sociales y somos los únicos que tiene atención primaria con teleradiología. En seguridad ciudadana hemos instalado cámaras en Tierras Blancas, en Tongoy, en San Juan… Hemos hecho muchas cosas en la comuna, y acá ya no se dice que el alcalde viene a limpiar, sino que limpió. De igual manera terminé con el vertedero clandestino de Tongoy y aumentamos los talleres para los adultos mayores. Acá cualquier persona puede comentar lo que quiera cuando se den los hechos».

Lo saco del tema. Respecto al Túnel Agua Negra, ¿sigue pensando que Coquimbo es la mejor opción de salida al Pacífico?
«Sin ninguna duda. Solamente por el tema vial, por la proyección que tiene el puerto, y además por la forma en que converja el puerto con la comunidad. Es la mejor opción para que sea una entrada y salida al Pacífico. Cuando fui a San Juan, Argentina, expuse y presenté un plan de estrategia donde puedan estar los puertos secos para poder demostrar que el tema vial no sería tan complejo si lo podemos abordar desde ahora. Así que voy a luchar para que Coquimbo sea la entrada y salida al Pacífico».

Sigue esperando el «bueno, ya» respecto al aeropuerto internacional de Tongoy o ya es un tema cerrado
«En un momento se manifestó que estaba cerrado, pero nosotros seguimos pensando que se tiene que pensar en macro. Tengo que ser congruente como alcalde de Coquimbo, de cómo estoy fortaleciendo y proyectado la ciudad. Y sí, me la voy a jugar para que Coquimbo sea la entrada y salida al Pacífico, no contar con un aeropuerto de categoría internacional es incongruente. Es una necesidad que irá articulado al Túnel. Además, no será un beneficio para la comuna de Coquimbo, sino que será un beneficio para la región entera».

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