Mery Cortez: «Dicen que soy activista, pero yo solo quiero justicia…»

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La madre de Romario Veloz estuvo en Buenos Aires, Argentina, invitada para el Tercer Foro Mundial de Derechos Humanos, instancia en la que compartió con Pepe Mujica, Evo Morales y el ex juez Baltasar Garzón.

«Mi nombre es Mery Cortez, soy ecuatoriana y mi hijo fue asesinado en octubre de 2019…».

Está ante cientos de personas que la miran sonriente, embelesadas. Todos la escuchan mientras habla sobre violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en Chile en octubre de 2019, y en La Serena, donde el 20 de octubre fue asesinado su hijo por la bala de un militar, frente al terminal de buses en el contexto del estallido social.

Lo dice en el Tercer Foro Mundial de Derechos Humanos realizado en Buenos Aires, Argentina, donde compartió con el ex juez español Baltasar Garzón; Pepe Mujica, ex Presidente de Uruguay; Evo Morales y muchísimas otras autoridades.

«Me invitaron como activista de los Derechos Humanos. Estuve seis días y expuse mi caso, al igual que los abogados que llevan la causa de Romario, quienes hablaron en general de las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en Chile, pero en mi caso particular hablé única y exclusivamente del estallido social de octubre y del asesinato de mi hijo…», afirma a Diario La Región ya de regreso en La Serena.

Fue una semana llena de emociones para Mery, quien dice estar acostumbrándose a estas invitaciones, debido a que el año pasado viajó hasta los Estados Unidos para decir presente en otro foro.

«Para mí no fue novedad, ya que cuando fui a los Estados Unidos me tocó exactamente lo mismo, y sabe lo que me decía la gente en Argentina, que estaban muy decepcionados de Chile, porque el mundo entero tenía puestos sus ojos en la elección para una nueva Constitución, pero se rechazó».

Supo que
era activista

En su estadía se fotografió con varios ex mandatarios, aunque la conversación con el ex juez Baltasar Garzón (famoso porque en octubre de 1998 detuvo a Augusto Pinochet en Londres, en virtud de una orden de captura emanada por los asesinatos de varios ciudadanos españoles ocurridos durante la dictadura militar) la marcó, «porque me dio un enorme y apretado abrazo, porque además el 22 de marzo es el cumpleaños de Romario», recuerda.

Sin embargo, y pese a que se lo dijeron, no se siente una activista, sí una defensora de los Derechos Humanos, pues además es presidenta en la región de la primera Corporación de Colectividades Extranjeras de Chile.

«Allá supe que era activista (ríe), puesto que me presentaron como una activista de los Derechos Humanos, pero no lo sabía hasta ese viaje a los Estados Unidos y ahora cuando estuve en Argentina».

Activista o no, asegura que continuará luchando, «porque en este momento estoy hablando por lo que le sucedió a Romario, y la lucha seguirá hasta que se acaben todos los pactos de silencio, hasta que se acabe la impunidad, y hasta que de una vez por todas exista verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición».

Contradictorio

A su llegada se enteró del asesinato de una carabinera y también «de las contradicciones del gobierno a la hora de hablar de justicia».

Dice haber estado con sentimientos encontrados, «porque supe que le habían quitado la vida a una carabinera en un procedimiento y a su funeral acude el Presidente Gabriel Boric y otras autoridades, que la verdad no vale la pena mencionar. Todos estuvieron ahí, y lo que es mejor, ya tienen a los responsables de su muerte, pero, sin embargo, en octubre se cumplirán cuatro años de la muerte de Romario, mi hijo, y no ha pasado nada. Entonces es muy contradictorio el Presidente en su discurso, pues cuando asumió dijo que iba a haber verdad y justicia por sobre todas las cosas, pero yo todavía no he visto la justicia, y no por falta de acción, pues por Dios que me he movido para que Romario tenga justicia. Incluso viajando a foros internacionales. No veo que el Presidente diga que todos tienen derechos, que por lo demás son inalienables. Acá el gobierno debería ser más equitativo, tanto para uniformados como para civiles. La ley debe ser para todos igual».

Por el contrario, advierte que no ha visto cambios y que «todo sigue igual, ya que los milicos aún no quieren entregar el resultado del sumario administrativo. Lo que hacen es dilatar el proceso para ir ganando más tiempo. ¡Ay Dios mío! El caso de Romario ya salió del Tribunal Constitucional, pero es probable que los militares quieran seguir aplazando el juicio y así ganar más tiempo. Lo hacen porque saben que no tienen más nada que hacer…».

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