Restos del joven de 19 años, fallecido el miércoles tras caer de un bus en movimiento cuando se trasladaba de La Serena al Limarí, serán cremados hoy. Su familia dice que la investigación y el resultado al final «nos darán las respuestas para saber lo que realmente pasó».
Fue el miércoles cuando la noticia golpeó a una familia en la comuna de Ovalle. Tomás Barraza, de 19 años, luego de graves lesiones que le provocó una presunta caída desde un bus en movimiento, dejaba de existir en el hospital de Coquimbo.
Este viernes, el Servicio Médico Legal entregó el cuerpo del joven y hoy serán sus funerales.
Hasta ahora, todo es incierto. La PDI perició el jueves el bus que lo trasladaba, además de entrevistar a testigos que iban en el vehículo, pero las respuestas que busca la familia, especialmente su madre, aún no han sido claras. ¿Fue un incidente lo que ocurrió el lunes en el cruce de Lagunillas, en la ruta que une a La Serena con Ovalle?
«En ese momento yo no vi nada (…), cuando vas sentado en una micro conduciendo ahí se puede justificar y no puedes ver lo que ocurre», dijo el conductor del bus días después del hecho.
Declaraciones que no ayudan mucho y que para la familia del joven, «son curiosas, pero imagino que todo seguirá su curso. Esta persona o los testigos pueden decir una cosa, pero la investigación y el resultado final nos darán la respuesta para saber lo que realmente pasó», cuenta Natalia Osses, su tía.
Según informó Carabineros, el joven, antes de perder la consciencia, aseguró a personal del SAMU que había sido agredido por sujetos al interior del bus y que, tras ser golpeado, fue lanzado a la calle…
¿Te tiraron
del bus?
En lo judicial, Natalia reconoce que todavía «no nos hemos enfocado. Creo que vamos a esperar recién el resultado de la investigación para determinar qué es lo que vamos realizar, ya que solamente nos hemos preocupado del proceso».
Un proceso que sigue su línea investigativa, pero sin nada claro aún, pese a las declaraciones que emitió José Urrutia, paramédico que encontró a Tomás tendido en la carretera, y que dejan la puerta abierta.
En diálogo con TVN, manifestó que «yo venía de atrás (…) al muchacho lo tiraron de un bus, lo tiraron y el bus se fue».
Se refirió al breve diálogo que sostuvo con el joven, a quien le preguntó: «¿Venías de La Serena? Sí, me dice. ¿Tomás, tú te acuerdas en qué venías? ¿Venías en algún bus? Sí. ¿Tomás, te tiraron del bus? Sí, me dice».
Psicología…
Al velorio de este sábado llegaron sus amigos, los mismos que lo esperaban el viernes, cerca de las 18 horas, cuando el SML entregó su cuerpo. Días antes, apoderados y alumnos del Colegio Santa María, donde Tomás hizo su enseñanza media, realizaron una velatón en el frontis del establecimiento.
«Todos sus amigos estaban con él, todos acompañándolo, lamentando mucho lo que había pasado, pues Tomás tenía mucho contacto con sus amistades. Era muy alegre y todos nos decían que no podían creer lo que le había pasado. Tomás era un niño lleno de luz», aclara Natalia.
Tomás, dice, «era un niño muy pasivo, tranquilo, muy colaborador, y le gustaba mucho ayudar; estaba siempre dispuesto a hacerlo».
En este momento no estaba estudiando, ya que estaba pasando por el mismo proceso existencial que de repente pasan los adolescentes a su edad, en que no deciden qué estudiar.
«Había comenzado a estudiar psicología, después se cambió a gastronomía, entonces todavía estaba en ese proceso, pero siempre con mi hermana apoyándolo dentro de todo, para que pudiera decidir qué es lo que quería estudiar», precisa Natalia.
Un defensor
Un de las virtudes que destacan de Tomás, era su capacidad para defender las causas justas, «por lo que le gustaba mucho que se llevara la verdad por delante, la justicia, pero no tenía problemas con nadie, al contrario, siempre fue bien centrado en ese sentido. ¿Si quizás defendió a alguien en el bus? No lo sabemos, pero cuando había cosas que sucedían a nivel nacional, Tomás tenía su punto de vista y siempre nos decía: que es injusto esto y se hacía muy parte de esas cosas».
Este 12 de septiembre cumpliría 20 años, y teorías en cuanto a su muerte hay varias, pero por ahora nadie tiene claridad de lo sucedido.
«No sé lo que pasó arriba del bus, porque no hay cámaras y los testigos dicen que no vieron nada, así que hay algo que no me cuadra. Es raro que nadie haya visto o sentido algo, porque si se abre una ventana o una puerta, imagino que la ráfaga de viento, a la velocidad que vas el bus, ingresa igual…».
