
Durante una sesión de la Comisión de Obras Públicas del Senado, surgieron críticas por la exclusión de Ovalle del trazado de la planta desaladora del Panul, pese a que el Presidente Boric lo había comprometido. El Gobierno atribuye la decisión al alto costo de la conexión —100 millones de dólares adicionales— y propone una planta de emergencia para el Limarí.
Con una inversión millonaria y el objetivo de reducir la dependencia de las fuentes continentales, la planta del Panul es vista como una obra estratégica para la sostenibilidad hídrica de la región. Sin embargo, su alcance territorial abrió un debate en la Comisión de Obras Públicas del Senado, luego de que se confirmara que el trazado no incluirá a Ovalle ni a otras zonas del valle del Limarí.
El senador Matías Walker expresó su preocupación por esta exclusión, recordando que el propio Presidente Boric había comprometido esa conexión. «Vemos con preocupación que está descartada la conexión de agua a la comuna de Ovalle, como lo había prometido el presidente Boric», señaló. Y apuntó al costo adicional de la extensión, estimado en 100 millones de dólares: «Pero vemos que se gasta la plata en tantas cosas. Solo tres meses de licencias médicas falsas ocupadas por funcionarios públicos equivalen a 90 millones de dólares».
Desde el Ministerio de Obras Públicas, el director de Concesiones explicó que la decisión respondió a una evaluación técnica y presupuestaria: «La ministra nos indicó que era mejor ir por una planta de emergencia para el Limarí, que incluso podría estar antes que esta planta multipropósito, proyectada para 2029 o 2030». También detalló que el proyecto original sí consideraba la impulsión hacia Ovalle, pero esta aumentaba considerablemente el costo total e implicaba mayores riesgos ambientales.
Pese a ello, no se descarta que en el futuro pueda retomarse esa conexión si existen las condiciones. «Como en todos los proyectos de concesiones, siempre está la posibilidad de ampliar capacidad», añadió.
Consulta indígena: un factor impredecible
Otro de los puntos que marcó la sesión fue la inquietud por una eventual consulta indígena. Walker advirtió que, si bien no hay comunidades indígenas formalmente reconocidas en la zona del Panul, «existe el peligro de que se instalen supuestas comunidades para tratar de boicotear el proyecto».