«¿Qué es lo que hace que el estudiante fracase en la escuela?… No es el estudiante el que fracasa, es el sistema el que está mal planteado»,… asevera el profesor Carlos Calvo en el documental argentino «La Educación Prohibida», argumentos que desarrolla en su libro «Del mapa escolar al territorio educativo: soñando la escuela desde la educación», y en una serie de investigaciones.
Es profesor de Filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso, su ciudad natal, magíster y doctor en educación de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, y tiene postdoctorados en Stanford y Lovaina, Bélgica. Fue alumno de Paulo Freire, que lo inspiró a alfabetizar a pobladores en Valparaíso, La Serena y Ovalle, y a campesinos y pueblos indígenas de América Latina.
Trabajó por más de 30 años como profesor titular en la Universidad de La Serena. Actualmente jubilado y con 74 años, sigue activo en educación, enseñando, investigando, escribiendo y participando en seminarios y conversatorios virtuales. Es profesor voluntario en la Universidad Abierta de Recoleta, Santiago. Ahora su desafío es ser parte en la redacción de la Nueva Constitución, como candidato independiente a la Convención Constituyente, en la Lista del Apruebo, apoyado por el Partido Socialista.
«Al inicio del estallido social sentí como mis sueños juveniles cobraban fuerza, alimentando la esperanza de que otro futuro era posible, donde el lucro nunca esté por sobre la vida humana ni de la naturaleza. Me anima la intención de sentar las simientes que permitan crear una sociedad que respete nuestros valores ancestrales del respeto mutuo, recupere el sentido y valor de la comunidad y nos dignifique sin exclusión alguna», enfatiza el educador.
El profesor Calvo manifiesta que «como educador siento un compromiso ético y político en ayudar a cada persona a desarrollar su potencial. Desde hace décadas escribo, y expreso en los foros, que el fracaso escolar no debería existir, pues estamos dotados para aprender bien. Para lograrlo es necesario un cambio radical, pues no bastan las reformas».
Pensar la educación desde
un nuevo paradigma
Propone que en la Nueva Constitución «tenemos que pensar la educación desde un nuevo paradigma. Hay que crear una sociedad nueva, que requiere parámetros distintos a los tradicionales. Es el derecho a la vida, el derecho a vivir con dignidad, a aprender, a desarrollar las potencialidades que todos nosotros tenemos y que son diversas».
El educador asevera que «el sistema educacional actual depende del modelo neoliberal, que supedita el financiamiento de la escuela a la asistencia de los alumnos a clases. El modelo de la subvención no ha servido y ha llevado al desastre, porque las direcciones de las escuelas tienen que administrar carencias y no fortalezas».
Calvo agrega que «también reduciría los contenidos curriculares en todos los niveles de la escolaridad, porque actualmente se encuentran en las bases de datos y cada vez su acceso será más universal y de mejor calidad. Tenemos que aprender cómo convertimos los datos en información, cómo creamos relaciones a partir de esos datos, cómo construimos conocimiento y sabiduría. Eso solo es posible realizarlo en contextos activos. Al mismo tiempo que la persona va aprendiendo, va practicando los valores propios de la vida. Y lo propio de la vida que emerge es la colaboración, por eso existen los ecosistemas. Y la escuela no es un ecosistema. El(la) estudiante no puede vincular historia con castellano, ni con matemáticas o música. Pero resulta que toda la naturaleza es matematizable. Se educa trabajando en base a la observación del estudiante, a las descripciones que hace a medida que va descubriendo y las relaciones que va creando. Todo esto lo logra con la ayuda de la profesora o el profesor, que lo va orientando a lo largo de su aprendizaje y formación humana y comunitaria», afirma el académico».
