
Imputado por crimen ocurrido en noviembre de 2023 en la Parte Alta de Coquimbo, luego que víctima fuera desmembrada y sus restos lanzados al mar, dijo que estando en Huachalalume, tras caer por otro delito, supo que estaba imputado por un descuartizamiento. «Yo le dije a mí abogado, ¿de qué me está hablando?»
Por René Martínez Rojas
Este lunes comenzó a desentrañarse un caso que desde el inicio de su historia se convirtió en casi una película de terror, luego que en noviembre de 2023 comenzaran a aparecer restos humanos por la bahía de Coquimbo.
Primero fue en Peñuelas, donde efectivos de la PDI encontraron una cabeza y una pierna. Al día siguiente apareció un torso y así, fueron encontrando varias partes del cuerpo de un hombre de 26 años oriundo de Atacama.
A los días caen detenidos en Ovalle dos sujetos que fueron formalizados por el delito de robo e incendio. Pero para la PDI, uno de ellos era el principal sospechoso del crimen y de quien el Ministerio Público lo sigue por dos hechos: homicidio calificado – estrangulamiento manual y posterior descuartizamiento- en un domicilio en la Parte Alta y justamente por el siniestro, casos ocurridos entre el 10 y 19 de noviembre pasado.
Un asado
En su declaración, J.P.N (47), apodado El Lengua’o, testificó que supo de la muerte de Cristian Castillo «cuando don Alejandro (García) –abogado defensor- llegó al lado mío, en la cárcel de Huachalalume, y me dijo: estás imputado por un descuartizamiento, de un chico que vivía contigo. Yo le dije, ¿de qué me está hablando? Es mi amigo…», sostuvo.
Pero su testimonio comenzó con el segundo hecho, el incendio ocurrido el 19 de noviembre de 2023 cerca de la localidad de Pejerreyes, cuando junto a otro hombre y mujer, ingresaron a una cabaña…
«No había nadie, entonces muevo la manilla de la puerta y entré –con las otras dos personas- ¿me entiende? Adentro del refrigerador había carne, cervezas, salchichas, había una parrilla y carbón, así que hicimos un asado en el balcón de la cabaña…», señaló.
Y contó que alcanzó a comer una salchicha «cuando aparece Carabineros y nos dice que salgamos con altoparlantes. Mi amigo le grita que la casa es de la abuela, pero entran y me parece que botaron la parrilla –encendida-, y yo salí por la otra puerta de atrás, incluso resulté herido porque dispararon y una bala me rosó la pierna, ¿me entiende?».
De noche, y con una densa neblina, «corrimos a los cerros, pero muertos de frío. Teníamos una carpa chica que tomé y dormimos abrazados toda la noche. Y al otro día miramos para abajo y estaba la casa quemada… Bajamos para no arrancar, pasamos a buscar agua y caminando para llegar a la carretera, aparece Carabineros y nos detiene. Contamos lo que pasó, me llevan al hospital y luego a la comisaría. Al día siguiente pasamos a tribunales y nos formalizan por robo en lugar habitado con incendio, ¿me entiendes?».
Aquellas personas que esa noche estaban con él, según sus palabras, hoy están en libertad, «entonces yo tenía que haber estado allá con ellos, en la cárcel de Ovalle, pero me trasladaron a la cárcel de Huachalalume. Hoy están gozando de su libertad y yo estoy acá…».
¿Pero a usted sabe que lo acusan, además, por otro hecho? Le pregunta la jueza.
«Vine a saberlo con mi abogado, que me dijo que estaba imputado por un descuartizamiento…».
Incendio
Para el defensor público Alejandro García en este juicio no existirían suficientes antecedentes «para atribuir a nuestro representado la muerte de la víctima. La Fiscalía tiene una acusación un tanto confusa, toda vez que dice que la víctima murió por asfixia, por estrangulamiento, pero después dice que cuando estaba aún con signos vitales fue desmembrada. Pero aquello no puede ser: o murió por asfixia, por estrangulamiento, o cuando fue desmembrada, pero no pueden ser las dos cosas».
Con respecto a la participación, explica que «no hay un solo testigo, ninguno, que declare haber visto a mi representado causarle la muerte mediante asfixia por estrangulamiento, como dice la acusación. No hay ni un solo testigo que refiera esa situación. Y en ese contexto, al no existir acreditada la participación en el hecho, deber ser absuelto».
Mientras que, en lo del incendio, reconoce que «no se ubica la causa, el lugar, tampoco que se hubiera utilizado algún tipo de acelerarte, entonces no está definido cuál es la causa. O sea, para atribuir a mí representado que causó el incendio, tiene que haber evidencia de alguna forma. Entonces, como no estableció cómo se inició el incendio, también debería absolverse».































