
Año tras año, la gente que vive cerca se queja por una serie de conflictos. Son más de siete días seguidos de música para celebrar, disfrutar y reír, pero ¿qué ocurre con el sector adyacente a la Pampilla? Aquí algunos dilemas.
Dice don Guillermo, vecino de toda la vida de La Pampilla, que el lugar que ha sido olvidado por las autoridades en el «18».
Vientos de festejos pero adornado siempre por ciudadanos en estado de ebriedad que quieren dejar sus autos estacionados de la forma que sea con el fin de poder llegar a la fiesta pronto. Esto ha generado molestia a través de los años en todas las fiestas de septiembre en las personas de la población 18 de septiembre de la Pampilla.
Marta Gaete, presidenta de la junta de vecinos del sector explica que todos los años hay bastante bulla, peleas e incluso balaceras a las afueras del lugar destacando el hecho que «se colocan como por donde está el pasto los curaitos en plena vía pública y comienzan a pelear», esboza.
Antonia Rojas una ciudadana que trabaja atendiendo una botillería cercana a la Pampilla comenta que «es un tema la gente borracha, porque llegan hacen un show y uno tiene que controlar la situación»
La mujer destaca que si bien nunca ha pasado algo peligroso dentro del local, a las afueras sí han ocurrido problemas porque en el sector muchas personas se estacionan por donde sea. En relación a este último punto Antonia explica que «se estacionan donde pueden las personas, si hay un espacio dejan el auto, hay incluso vecinos que dejan conos afuera de sus casas para que no se estacionen pero igual lo hacen, incluso frente a los portones».
Y estas situaciones se mantienen cada año la presidenta de la junta de vecinos incluso señala que «ahora anda un niño que le dicen el guayo que anda con cuchillas y ha amenazado como cuatro personas y ha robado por este sector», una problemática que incrementa más aún el sentimiento de inseguridad alrededor de la zona.