Un programa de fiscalizaciones, destinado a verificar el cumplimiento de la nueva normativa sobre venta de productos en farmacias, inició ayer la Secretaría Regional Ministerial de Salud, en su calidad de Autoridad Sanitaria Regional, junto a su Unidad de Políticas Farmacéuticas. Una primera visita a dos locales de conocidas cadenas farmacéuticas nacionales, en el centro de La Serena, derivó inmediatamente en el inicio de un sumario.
La norma que se buscaba verificar es el Decreto N°1 de 2015, que modificó el Reglamento de Farmacias, Droguerías, Almacenes Farmacéuticos, Botiquines y Depósitos Autorizados.
El seremi de Salud, Rosendo Yáñez, concurrió personalmente a un local de la cadena SalcoBrand y a otro de la cadena Cruz Verde, ambas en calle Cordovez, en La Serena.
Explicó que “estamos viendo cinco puntos fundamentales: primero, si (el establecimiento) cuenta con químico farmacéutico; segundo, si cuenta con listado de precios; tercero, si los reglamentos están con acceso público”; cuarto, la disponibilidad y visibilidad de fármacos bioequivalentes, cuyo precio tiende a ser menor, y por último, revisar si los contratos de los empleados presentaban o no pagos de incentivos por venta de medicamentos, práctica conocida informalmente como “canela”.
Al respecto, el Decreto Nº1 establece, entre otras cosas, que “la información de los precios de los productos farmacéuticos (…) deberá ser suministrada al público por medios que aseguren su entrega clara, oportuna, transparente, veraz y susceptible de ser comprobada.
Queda prohibida cualquier expresión o forma de presentación de la información que induzca a error o engaño al adquirente, o que favorezca el uso de un producto por sobre otro”.
Asimismo, se dispone que “las farmacias deberán contar con una lista de precios de productos farmacéuticos permanentemente actualizada y accesible al público de forma directa, sin restricciones, ni intervención de terceros, salvo que ésta sea requerida por el consultante”.
Yáñez señaló que “SalcoBrand presentó una serie de anomalías, tanto en los bioequivalentes como en el tema de los precios”, mientras que en Cruz Verde se había cumplido la mayoría de las normas. En ambos casos se les dio un plazo para que enviaran sus contratos de trabajo, de modo que sean estudiados en busca de posibles irregularidades.
El personero señaló que “independiente que haya un programa de fiscalización normal, nosotros acusamos una preocupación bastante importante, en el sentido de que las farmacias seguían con la política de incentivos por la venta. Justamente, teníamos una denuncia de que se estaban incrementando a final de año”.
Indicó que, en general, las farmacias independientes o de pequeñas cadenas cumplen en buena forma con la reglamentación, siendo más recurrente el problema de que no cuenten con químico farmacéutico en algunos horarios.
