Emotivas palabras de despedida para díacono y profesor José Ayuso Lozano

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En el Santuario de Schöenstatt, ubicado en Peñuelas Alto de Coquimbo se efectuó ayer una masiva misa  para despedir a quien en vida fuera el diácono y profesor José Ayuso Lozano quien falleció de un cáncer en Santiago a los 63 años, luego de luchar con la enfermedad hace algunos meses.

Diversos recuerdos afloraron sobre su vida y trabajo social que desarrolló en sus labores como miembro de la pastoral de la familia de la Arquidiócesis de La Serena donde se desempeñó como diácono desde la década de los noventa. También tuvo una destacada colaboración en el mismo santuario donde fue despedido este sábado por diversos grupos de La Serena y Coquimbo.

Su vida laboral comenzó en el metro de Santiago y posteriormente por más de 15 años estuvo como gerente de relaciones industriales de la desaparecida empresa de neumáticos Firestone. «Cuando llegó pedía que lo ayudaran y finalmente terminó ayudando a todos» comentó uno de los trabajadores que estuvo con él y que presenciaba la eucaristía.

Ayuso era muy creyente y desprendido, en diversas ocasiones dejó a su familia para efectuar su función religiosa y social. Cuando estuvo en Firestone, fue el creador del comité de viviendas y gracias a su esfuerzo hoy diversos ex trabajadores cuentan con su casa propia, luego de un largo camino que recorrieron juntos. Su profesión era administrador público.

Su perfil era hacer el bien sin mirar a quién; no le importaba quien tenía educación o dinero, pues a todos escuchaba, trataba de ser parte de la solución del problema y no crearlo, predicaba lo que hacía y se caracterizaba por ser humanitario en cada uno de los trabajos que desarrolló.

Pero no sólo la empresa privada, que conocía muy bien, si  no además, José Ayuso se desempeñó con éxito como docente en el Seminario Conciliar de La Serena y en el INACAP donde hace poco había sido distinguido por su labor como docente del ramo relacionado con las industrias.

Sus dos hijos agradecieron el apoyo de conocidos, amigos y familiares en las palabras finales de la misa, comprometiéndose a seguir los pasos de su padre para perpetuar su legado social.

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