«Las millonarias deudas heredadas no pueden ser un freno para el desarrollo de Coquimbo»

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De los cerca de $9.000 millones de deuda dejados al municipio en el último periodo de la era Velásquez, el fallecido alcalde Óscar Pereira Tapia logró reducirla a cerca de $1.000 millones mediante un gran trabajo que no en vano le significó el reconocimiento desde todos los sectores.

A Velásquez en su  momento se le reconoció su obra, pero también la deuda que le llevó a enajenar bienes fiscales del municipio y a cometer errores, uno de los cuales le reportó una condena de destitución del cargo y pago de una multa de 150 millones más 300 días de reclusión remitidos por Fraude al Fisco.  En esa querella fue parte en su contra el Consejo de Defensa del Estado y la entonces senadora, hoy ministra, Evelyn Matthei, UDI.

El actual candidato de la oposición Cristian Galleguillos, DC, espera  seguir con el trabajo claro y transparente que desempeñó Óscar Pereira. «Soy garantía porque  en mi trabajo como gestor o como administrador en el área de salud, ya lo he realizado», afirma el médico.

El último cargo administrativo que tuvo fue el de Director titular del Hospital San Pablo de Coquimbo. «Lo recibimos con más de $1.000 millones en deudas y lo entregamos, después de tres años, sin ningún peso en deuda».

Señala que en los tres años que estuvo a cargo de la administración del Hospital San Pablo «lo entregamos como un hospital en vías de ser autogestionado, como un hospital con un nuevo edificio de hospitalización y con una reestructuración de las operaciones internas».

Añade que «con transparencia, honestidad, eficiencia y mucho trabajo honesto, de cara a la gente, sin nada tapado, turbio, sucio, se puede ordenar las finanzas y estoy seguro de demostrar con mi capacidad sumada a la del equipo municipal podemos seguir avanzando. Esa deuda de arrastre no puede ser un freno para el desarrollo de la comunidad».

En todo caso, agrega, el municipio no sólo se debe preocupar de seguir cancelando la deuda, la cual en parte aún existe desde entonces (medios de comunicación y otros) pero que es mínima comparada con lo que se recibió el año 2007.

Galleguillos manifestó que «creemos que el desarrollo de Coquimbo debe ser armónico y tenemos que trabajar por tener un plan de desarrollo participativo, que esté acorde con lo que los coquimbanos y coquimbanas quieren. Tenemos que obtener un Plan Regulador al más corto plazo y creo que Coquimbo debe crecer más en altura, pero en ciertas áreas, porque debemos respetar nuestras bellezas naturales, nuestros humedales, los patrimonios y tenemos que definir cuáles son estas áreas».

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