Uno de los cambios que implementó durante 2012 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) fue la optimización en las propiedades que se les entrega a las familias más vulnerables. Por ello este año se busca consolidar mejoras en materia de superficie, acondicionamiento y entorno de las casas.
Esto se consiguió mediante el Decreto Supremo N°49 que le abrió nuevas expectativas de vida a 1.200 grupos carenciados de la Región de Coquimbo, lo que implicó una inversión superior a los 14.000 millones de pesos.
Pero más allá de esta ayuda a los segmentos vulnerables se imprimió el concepto de dignidad y calidad de vida. Esto, debido a que se elevó el estándar de vivienda de los 39 m2 en promedio a los 42 m2 y donde todas las residencias se encuentran en condiciones de ampliarse hasta los 55 m2.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Fernando Herman, precisó que esta estrategia se enmarca en mejores soluciones habitacionales. «Queremos mejores casas para los chilenos y ello no sólo significa ir mejorando los estándares de las viviendas, sino también comprender que cada familia es diferente, con necesidades distintas y por ende con soluciones particulares», manifestó Herman.
De allí que dentro de los pasos está establecer una superficie mínima. «A través del Decreto Supremo N°49, se aumentó y estableció un mínimo de 42 m2 para cada vivienda, aunque para aquellas familias numerosas de 5 o más integrantes o bien que posean a un adulto mayor o una persona con discapacidad, tendrán 50 m2 donde formar su hogar y propiciar una tercera pieza», aseguró el seremi Fernando Herman.
