Observadores de aves invitan a la comunidad a conocer la biodiversidad de la desembocadura del Río Elqui

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7Pedro Valencia y Manuel Rojas de hace muchos años que se dedican a observar aves, a realizar un registro de ellas, de manera autodidáctica, un hobby. Sin embargo, este amor por la observación los ha llevado difundir esta actividad y crear una organización llamada Red de Observación y Conservación de Aves Silvestres.

El punto fundamental donde centran su trabajo es en el humedal ubicado en la desembocadura de Río Elqui, un lugar que a pesar de estar a menos de 3 kilómetros del centro de La Serena, prácticamente nadie conoce, y quiénes van, lo hacen en vehículo, destruyendo el ecosistema existente.

Dicho ecosistema se compone principalmente por diversas especies de aves silvestres como el perrito, el siete colores, el rayador, pilpilén o el zarapito moteado, entre otros, tanto de Chile como de Sudamérica. De hecho, Pedro y Manuel sostienen que han registrado a lo menos 148 especies distintas de aves, así como sus procesos de nidificación, migración, origen, entre otras variables.

Pedro Valencia, vicepresidente de la Red, señala que lleva, aproximadamente, 10 años observando todo lo que ocurre en el Río Elqui y en los humedales de la bahía de Coquimbo. «Estos registros se han hecho conocidos en el mundo de la ornitología y de los observadores de aves, tanto a nivel nacional como internacional. Viene mucha gente a visitar estos lugares por el conocimiento que se adquiere», explica.

En tanto, Manuel Rojas, presidente  de esta Red, agrega que «lo relevante, lo que tenemos en la región es la desembocadura del Río Elqui, y todos los registros o la gran mayoría, son producto de observadores locales, quienes estamos permanentemente yendo a la desembocadura del río y subiendo los datos a una plataforma, y eso lo ha hecho posicionarse por sobre el río Maipo (…) el lugar más importante hoy día es la desembocadura del Río Elqui».

Rojas continúa señalando que como organización «estamos enfocados en divulgar este tipo de hechos, promover la observación de aves entre la ciudadanía, estamos haciendo permanentemente charlas, talleres, con salidas a terreno en lugares para la conservación de las aves». Incluso, estas charlas la están llevando a diversos colegios municipalizados de La Serena en donde enseñan a los escolares sobre las aves, y la biodiversidad de la desembocadura del Río Elqui, así como también exposiciones fotográficas para darle a conocer a la comunidad las especies existentes en el lugar.

«Ojalá que el Río Elqui se convirtiera en un parque natural, donde las personas puedan ir a conocer nuestra biodiversidad y las distintas especies de patos, taguas, garzas, gaviotas, que tenemos ahí, y que estando a menos de tres kilómetros del centro de La Serena, la gran mayoría de las personas nunca ha estado en la desembocadura del río», indica Rojas.

En total, hay 168 especies registradas en la bahía de Coquimbo, en los tres humedales, Culebrón, desembocadura y Punta de Teatinos. Esta misma bahía alberga el 30% de las aves descritas para todo el país.

«Hay especies migratorias, y otras que son residentes, pero ninguna endémica de los humedales de acá, pero hay algunos que son endémicas de humedales dentro de Sudamérica. Dentro de las aves migratorias tenemos algunas que vienen desde Alaska que bajan en verano, pero también en invierno hay especies que suben, que nidifican en el extremo sur como el chorlo chileno por ejemplo (…) las migratorias son las menos», señala Valencia.

La idea de los dos observadores es que la gente visite el lugar y entienda la importancia de cuidar, conservar y preservar este ecosistema.

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